Jackson Pollock ¿artista y físico?
Escrito por Redacción Matematicalia   
viernes, 05 de agosto de 2011
Image UN ANÁLISIS MATEMÁTICO DEL TRABAJO DE POLLOCK DESTACA LA INTENCIONALIDAD Y EL DELEITE POR LOS FENÓMENOS NATURALES DEL ARTISTA.

A primera vista, una obra de Pollock (1912-1956) podría parecer accidental; únicamente un rápido movimiento de color en la lona.

Un análisis cuantitativo de los chorros, gotas y espirales llevada a cabo por el matemático L. Mahadevan y sus colaboradores de la Universidad de Boston, revela que el artista explotaba de manera intencionada la dinámica de fluidos.

El descubrimiento, publicado en Physics Today, representa una rara colisión entre matemáticas, física e historia del arte, proporciona un nuevo entendimiento en el método y la técnica del artista, así como su apreciación por la belleza de los fenómenos naturales.

"Nuestro artículo es, principalmente, una invitación para pensar sobre algunos aspectos del arte desde una perspectiva científica”, explica Mahadevan, profesor de Matemática Aplicada en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas, Biología Evolutiva y Física de la Universidad de Harvard.

Los cruces entre arte y ciencia no son nada nuevo: consideremos, por ejemplo, Los esbozos botánicos de Leonardo da Vinci, sus máquinas voladoras, etc.

"Mi único interés, afirma Mahadevan, radica en entender la relación entre la tensión del medio -la dinámica de un fluido y la manera en que se aplica- y el mensaje. Mientras que el último puede, eventualmente, ir más allá del primero, el medio puede ser a veces limitado y otras liberado”.

La firma y el estilo de Pollock implican una lona tendida en el suelo y un chorro de pintura contra la misma, describiendo riachuelos. En vez de un chorro recto desde la lata, Pollock aplicaba pintura desde un palo o una paleta, ondeando su mano una y otra vez encima de la lona y ajustando la altura y el ángulo de la paleta para hacer el riachuelo de pintura más ancho o estrecho. Simultáneamente, restringido e inspirado por las leyes de la naturaleza, Pollock tomó el papel de ‘experimentalista’, cediendo cierta cantidad del control a la física para crear nuevos efectos estéticos.

Mahadevan, que colaboraba con el historiador de arte Claude Cernuschi y el físico Andrzj Herczyński (Universidad de Boston), centró su interés en Pollock cuando sus colegas sugirieron que el artista podría explotar los mismos aspectos de la dinámica de fluidos que Mahadevan había estudiado en el pasado.

Las inestabilidades en un chorro libre se pueden formar de diferentes maneras: el chorro se puede romper en gotas, puede salpicar cuando impacta contra una superficie o se puede doblar y enrollarse, como cuando un chorro de miel se vierte en una rebanada de pan.

El artista Robert Motherwell produce goteos y salpicaduras sacudiendo su cepillo; la técnica de Pollock, por otra parte, está definida a propósito con un movimiento relativamente lento de los riachuelos de pintura que caen en la lona, produciendo huellas y espirales.

"En cierto modo, apunta el autor, Pollock estaba aprendiendo y usando la física, experimentando con fluidos en espiral un poco antes de que apareciera el tema en los primeros artículos científicos, a finales de la década de 1950".

Las explicaciones cuantitativas para lo que se califica hoy en día de "inercial, gravitacional y el sistema de acoplamiento viscoso" son descubrimientos relativamente recientes, dilucidados en las últimas décadas. El propio Mahadevan ha estudiado cómo se enrolla la miel, nanofibras, cuerdas, y el comportamiento de un grifo que gotea, entre otros muchos aspectos de la física de la materia blanda.

Mahadevan y sus coautores examinaron la pieza roja y negra sin título de 1948-1949 y demostraron matemáticamente que la única técnica que Pollock pudo usar para crear ese pequeño bucle, era levantando su pincel o paleta encima de la lona y dejando caer un flujo de pintura que se estrechaba y tomaba velocidad a medida que caía. Para crear los pequeños bucles en vez de ondas, él prefería mover su mano despacio, permitiendo a la física ser coautora de la pieza artística.

El artista, por supuesto, debió de descubrir los efectos que él podía crear a través de la experimentación con varios movimientos y tipos de pintura, y puede que con algo de intuición y suerte. Pero ésta, y tal como dice Mahadevan, es la esencia de la ciencia: "Todos somos estudiantes de la naturaleza, como Pollock. A menudo, los artistas y artesanos traspasan los limites de una manera muy parecida, y a la vez, diferente, a cómo lo hacen los científicos e ingenieros".

El trabajo de Pollock y la comprensión moderna del mismo sobre fenómenos naturales desdibujan la línea entre el arte y la ciencia.

El autor se pregunta si una comprensión cuantitativa de la dinámica de fluidos podría inspirar un nuevo estilo de arte que lleva el trabajo de Pollock un paso más allá. Utilizando una lata de pintura con una delgada hendidura en uno de los extremos un artista podría pintar con una película de pigmento en vez de a chorro, creando así nuevos efectos estéticos.

"Hay preguntas cuantitativamente interesantes en cualquier aspecto del arte”, afirma Mahadevan. “Algo que me fascina en la actualidad está inspirado por la exhibición Chihuly en el Museo de Bellas Artes de Boston, no solo por la belleza del vidrio fundiéndose en formas, sino también porque presenta problemas análogos en biología y física que abarcan escalas desde una célula (en el contexto de la forma de la célula) a toda la Tierra (en el contexto del flujo de magma y lava)”.

"Por supuesto, otro problema más grave es la noción de belleza en el arte o la ciencia, la cual todos reconocemos pero es difícil cuantificarla”.

Más información:

  • Caroline Perry, Jackson Pollock, artist and physicist?, News Harvard School of Engineering and Applied Sciences [28 de junio de 2011]
  • Andrzej Herczyński, Claude Cernuschi, and L. Mahadevan, Painting with drops, jets, and sheets, Physics Today, Vol. 64, Issue 6, page 31 [html]