Ciencia |
Escrito por César Luis García | |||||||||||||||||||||
martes, 13 de marzo de 2007 | |||||||||||||||||||||
Recibido: miércoles, 24 mayo 2006 ![]() El arte de multiplicar naranjas
César Luis García Departamento de Matemáticas Instituto Tecnológico Autónomo de México (Río Hondo, México, D.F.)
Tomemos una fresca y jugosa naranja. Con un buen cuchillo cortemos a la naranja en cinco partes. Si cortaste las mismas partes que yo entonces te será muy fácil reacomodarlas sin dejar espacios ni sobreponerlas y formar... ¡dos naranjas idénticas a la original! ¿No? Bueno, ¿qué tal si ahora cortamos una naranja en, digamos, cuarenta partes y con éstas te digo que puedes armar una naranja tan grande como el Sol? Imposible dirás; pero no, las limitaciones son meramente técnicas y de habilidad para cortar, porque matemáticamente... ¡sí es posible hacerlo! Este es esencialmente el contenido de un teorema de Stefan Banach (1892-1945) y Alfred Tarski (1902-1983), también conocido como la paradoja de Banach-Tarski.
Para explicar un poco qué tipo de partes de naranja debemos cortar, permíteme unas palabras sobre el arte de medir.
Medir es
una actividad inherente a la naturaleza humana. No hay duda de que casi
cualquier actividad del ser humano puede verse como una acción de medir, pues
medir es comparar, y comparamos a cada instante. Cuando uno pasa de medir
longitudes de caminos, áreas de parcelas o volúmenes de esferas, a tratar de
asignar longitud, área o volumen a objetos que sean más caprichosos en forma y
descripción, surge inmediatamente el siguiente problema: definir una buena
noción de medida de longitud, área o volumen para tales objetos. El espacio
ambiente donde trataremos de medir longitud es la recta real,
El problema de medir
Discutamos,
para empezar, el caso de medir longitudes. ¿Cuál debería ser una buena noción de
medida de longitud en
En
principio, si
Es decir,
una función que a cada subconjunto de (2) Nota que
en el caso particular en que La
longitud de un conjunto no debe variar si trasladamos al conjunto o si lo reflejamos
con respecto al origen, es decir, si (3) ¿Qué otra
propiedad pedir para (4) Usualmente
se dice que (5) Y diríamos
que Muy bien,
pero, ¿será posible encontrar una buena medida de longitud ¿Qué dice
el axioma de elección? Dice que si tienes
una colección de conjuntos no vacíos entonces puedes elegir simultáneamente un
elemento de cada conjunto. Si
asumimos el axioma de elección, entonces no es posible encontrar una buena
medida de longitud, es decir, una ¿Cuál
debe ser el siguiente paso si no queremos tirar la toalla? Bueno, como sí
queremos una medida de longitud, lo que procede es tratar de debilitar alguna de
las condiciones (1), (2), (3) y (5) con la esperanza de obtener resultados positivos.
Podríamos comenzar cambiando la Debemos
enfatizar que (5) es una propiedad muy deseable para (6) Malas
noticias: la primera igualdad es equivalente a la Si se
cambia la condición de Si
queremos mantener la Cambiar
el dominio de Para
cerrar esta sección comentemos un poco sobre los análogos para medidas de área
y de volumen o, en general, hipervolumen (en Si sólo
se pide que Si se restringe el dominio de De regreso a Banach-Tarski La
paradoja de Banach-Tarski es un hecho sorprendente que contradice a todas luces
nuestra intuición, específicamente el principio de conservación de volumen: ¿cómo,
si no, haríamos un rompecabezas usando una naranja para re-ensamblar estas
piezas en una esfera sólida tan grande como el Sol? Ante la evidencia de que
hay conjuntos que no pueden tener volumen, las partes en las que dividimos a la
naranja deberán ser necesariamente conjuntos no-medibles, y la habilidad para
dividir a una naranja en conjuntos no-medibles descansa en el axioma de elección. Para el
lector intrigado sobre los detalles de la elaboración misma de los
rompecabezas, el artículo de Karl Stromberg [S]
ofrece un argumento relativamente fácil que dice cómo dividir una naranja en cuarenta partes (el número de piezas no es óptimo, se sabe que puede ser más pequeño)
para que un re-ensamblado de éstas produzca una naranja tan grande como se
quiera. Para duplicar una naranja basta con cortarla en cinco piezas, y quizá
la mejor y más divertida exposición de ello sea el artículo de Robert
French [F]. Reconocimientos Este
trabajo ha sido apoyado por la Asociación Mexicana de Cultura, A.C. Referencias [BN] G. Bachman, L. Narici: Functional
Analysis. Academic Press, New York, 1966. [F] R.M. French: The
Banach-Tarski theorem. Mathematical Intelligencer 10, no. 4 (1988), 2128. [M] The MacTutor History of Mathematics archive, http://www-gap.dcs.st-and.ac.uk/~history. [R] H.L. Royden: Real
Analysis (3ª. ed.). Macmillan, New York, 1998. [S] K. Stromberg: The
Banach-Tarski paradox. American Mathematical Monthly 86, no. 3 (1979), 151161 [Disponible en JSTOR: http://www.jstor.org]. [1] El teorema de Hahn-Banach, por cierto, también depende del axioma de
elección. Sobre el autor César Luis García es Profesor Titular del Departamento
de Matemáticas del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Especialista en
Análisis Funcional (Geometría de Espacios de Banach) se doctoró en la
Universidad de Texas A&M bajo la dirección de William B. Johnson. Es miembro
del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología de México. Ha escrito como autor o coautor diversos artículos de
investigación y divulgación. ![]() |