Recibido: miércoles, 26 de marzo de 2008
Florence
Nightingale, 1820-1910
Teresa Valdecantos Dema
SIPEP Algeciras
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Filántropa, enfermera
y... Estadística
Florence Nightingale es de las pocas
mujeres valoradas por la historia. Realmente revolucionó el concepto de la
enfermería y fue sumamente generosa en su dedicación a las personas enfermas,
tanto con su tiempo como con su dinero. Por eso ocupa un lugar en la historia,
aunque se conoce muchísimo menos su faceta científica, que salvó al menos
tantas vidas como su labor de enfermera y filántropa.
¿Quién
era Florence Nightingale?
En Londres, cerca del puente de
Westminster, se encuentra el museo Florence
Nightingale. Este museo está en el Hospital de Saint Thomas, edificio que
vivió en 1860 una auténtica revolución en la sanidad y en la incorporación de
las mujeres al cuidado de los enfermos de una forma profesional y digna. Allí
nació la Escuela Nightingale para enfermeras, mujeres perfectamente
entrenadas que difundieron la dignidad de su profesión por todo el mundo. Que
todo ello se deba a una mujer cuyo destino era el de casarse y brillar en la
alta sociedad merece retroceder en el tiempo y curiosear en la vida y obra de
Florence Nightingale.
Florence nace durante el periplo de
sus padres, William Edwards Shore (que adopta el apellido Nightingale por
cuestiones de herencia) y Frances, por Europa. Al igual que en Córdoba hay
abundancia de Rafaeles o en Cádiz de Rosarios en honor a los patrones de cada ciudad, las hijas de los
Nightingale fueron bautizadas con nombres alusivos a sus localidades natales: a
su hermana mayor la llamaron Partenope (antiguo nombre de Nápoles), y a ella
Florence. Cuando vuelven a Inglaterra dividen su tiempo en dos hogares: la casa
de verano en Derbyshire (ahora una residencia) y la de invierno en Hampshire
(ahora una escuela).

Figura
1. Cuadro de Florence pintado por su hermana Partenope.
El padre de Florence estudió en
Cambridge y quiso que sus hijas tuvieran una buena educación; él mismo les
enseñó las obras de Euclides y Aristóteles. Aunque ambas recibieron las mismas
enseñanzas, sus aficiones eran diametralmente opuestas: mientras que Partenope
destacaba en la pintura (Figura 1) y
en la costura, Florence se entusiasmaba con las matemáticas. A los veinte años
pidió a sus padres que le permitieran profundizar en sus estudios matemáticos.
Lo consiguió por su tenacidad, porque ninguno de sus progenitores veía femenino ese tipo de estudios: ¿para qué le sirven las matemáticas a una
ama de casa?, fue más o menos el argumento materno; su padre le sugirió
estudios más propios de su sexo, pero ella replicó [1]: No creo que tenga
tanto éxito en cosas que requieren agilidad [costura, labores del hogar...]
como en lo que requiera simplemente
trabajo. De la misma manera conseguirá estudiar enfermería en una época en
la que esa profesión estaba muy mal vista.
A los diecisiete años siente lo que ella
define como la llamada de Dios: una
inquietud por hacer algo, aunque no sabe exactamente qué; empieza a interesarse
por el mundo que la rodea, sale de su burbuja social y socorre a los enfermos
en sus casas, entra en los hospitales y decide estudiar para ser enfermera. Hay
que tener en cuenta que, hasta que Florence no dignifica la profesión, las
enfermeras estaban consideradas como mujeres de muy baja posición social, algo
que unos padres no pueden admitir. Pero Florence era una chica muy buena... y
muy tozuda: no había manera de disuadirla, por lo que decidieron mandarla al continente con unos amigos de la familia. Durante ese periplo visitó Italia,
Egipto, Grecia -donde adoptó a la lechuza Atenea que se ve en el cuadro pintado
por su hermana- y Alemania, donde conoció el Hospital/Escuela de Theodor
Eliedner, en el que estudiará enfermería al año siguiente. Tras estos estudios
consigue el puesto de directora sin sueldo en el establecimiento para Damas Enfermas de Londres, en la célebre
calle de los médicos, Harley Street.
Un año después estalla la guerra de Crimea.
Los corresponsales de guerra denuncian el trato que reciben los soldados
heridos, y el secretario de la Guerra, Sydney Herbert, encarga a Nightingale
que vaya con sus enfermeras para mejorar
las condiciones de los enfermos. Su hermana [2] contaba que las únicas lágrimas que derramó fue por la
muerte de su lechuza; de hecho, retrasó su partida dos días para embalsamarla.

Figura 2. En
este billete de 10 libras vemos a Florence Nightingale asistiendo a los heridos
de la guerra de Crimea, iluminando el
tenebroso lugar; por eso fue conocida como la
dama de la lámpara.
El 4 de noviembre de 1854 es una
fecha histórica: por primera vez hay enfermeras en el campo de batalla que
luchan más con sus escépticos colegas masculinos que con las bombas. Cartas de
los soldados enfermos sobre la dama de la
lámpara (Figura 2) permiten ver
la mentalidad práctica de esta mujer: cuidaba, sanaba, administraba los sueldos
de los soldados y los enviaba a sus familias, crea la biblioteca hospitalaria...
Florence y sus 38 enfermeras se vuelven tan populares en Inglaterra que en 1855
se hace una colecta pública para que continúe entrenando enfermeras en su país;
cuando regresa a Londres, un año después, se siente abrumada por la fama y se
esconde en una habitación de hotel en el centro, que se convierte en el eje de
la Real Comisión de Investigación sobre salubridad en el ejército británico.
Tan innovadores fueron los estudios de Florence que en 1860 se convierte en la
primera mujer que entra en la Sociedad Estadística.
Con las 50000 libras conseguidas en la
colecta pública se gesta la Fundación
Nightingale, motor de la Escuela
Nightingale para enfermeras. Siempre estuvo pendiente de su creación; aun
cuando pasó los últimos años de su vida postrada en cama, siguió escribiendo,
investigando las estadísticas de sus escuelas y animando a sus discípulas. Tal
fue su labor que la reina Victoria le otorgó la Cruz Roja Real (1883). Se
convirtió en la primera mujer condecorada con la Orden al Mérito (1907). Murió
el 13 de agosto de 1910 y está enterrada cerca de la casa de sus padres, según
sus deseos.
La estadística
Según cuenta Hugo Small [3], Florence Nightingale fue la primera
persona que utilizó los gráficos estadísticos para persuadir a las autoridades
a cambiar sus estrategias; hasta entonces sólo se utilizaron para presentar
información, sin intención de provocar un cambio en la acción. Realizó
numerosos estudios estadísticos con gráficos inventados por ella para mejorar
las condiciones sanitarias de los hospitales. Muchos de estos documentos se
pueden ver en su museo. En dos años revolucionó los gráficos en las siguientes
obras:
1858:
-
Informe para la Comisión Real (apéndice 72).
-
Mortalidad del ejército británico, editado por ella misma y mejorando
la calidad del anterior.
-
Apuntes sobre los motivos que afectan a la sanidad del ejército británico.
1859:
-
Una contribución a la historia sanitaria del ejército británico, publicado anónimamente para rebatir a quienes opinaban que sus gráficos
habían exagerado el número de muertes.
-
Inglaterra y sus soldados, escrito por la filósofa Harriet Martineau con gráficos
suyos.
Figura 3. Reproducción del diagrama de alas de murciélago.
Recomiendo que se vea el original, disponible en http://www.florence-nightingale.co.uk/cms/index.php/collection.
El diagrama más conocido, y a mi
gusto el más bello, es el que ella llamó Bat´s
wing (alas de murciélago), que se conserva en su museo (Figura 3). Es una auténtica maravilla y es el que convenció al
gobierno para mejorar las condiciones higiénicas de los hospitales de campaña. A
la derecha tenemos el estudio desde abril de 1854 hasta marzo del 55. Cada mes
es un sector. A la izquierda, unido con el primero mediante una línea discontinua
que enlaza los meses, está el segundo año de guerra. La parte exterior azul
representa las muertes por enfermedades que podrían haberse prevenido o
mitigado (cólera, tifus...). La parte roja central representa los muertos por
armas.
El sector más grande corresponde a
enero de 1885:
-
2761
muertes por enfermedades contagiosas.
-
83
muertes por heridas.
-
324
por otras causas.
En este gráfico los radios eran
proporcionales al número de muertes. En Una
contribución a la historia sanitaria del ejército británico mejora el
diagrama haciendo proporcionales las áreas. Erróneamente -a mi modo de ver- se
le ha llamado diagrama de sectores:
en ese tipo de diagramas (tan usados en nuestras hojas de cálculo) los radios
son constantes, lo que cambia es el ángulo; en el de alas de murciélago, los
ángulos son constantes (en este caso 360º/12 =30º) y cambian los radios.
Estos diagramas se siguen utilizando
en la actualidad (Figura 4).

Figura 4. Diagrama de alas de murciélago [Fuente: [4]].

Figura 5. Diagrama de barras
simultáneas.
Tampoco hay constancia de ningún
diagrama anterior a este de barras simultáneas (Figura
5) que hizo para mostrar la tragedia sufrida por los
soldados que en tiempos de paz vivían en barracones de Inglaterra. Las barras negras muestran los civiles
muertos cada año; las rojas, los soldados. Las conclusiones de Florence fueron
que los militares con edades comprendidas entre los 20 y los 35 años tenían una
tasa de mortalidad que duplicaba la de los civiles.
Entre otros méritos de Nightingale
tenemos:
-
Miembro de la Real Comisión Sanitaria (1854).
-
Elaboradora de los informes estadísticos sobre la guerra de Crimea (1857).
-
Miembro de la Real Sociedad Estadística Británica (1857).
-
Asesora del Gobierno Norteamericano durante la Guerra Civil de EEUU.
-
Estableció estándares estadísticos para hospitales de todo el mundo.
-
Miembro honorario de la American Statistical Association (1874).
Su pasión por la estadística se refleja en su frase: To
understand God’s thoughts, we must study statistics, for these are the measure
of His purpose.
Referencias
[1]
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S.
Lipsey: Mathematical Education in the Life of Florence Nightingale. Newsletter of the Association for Women in
Mathematics 23, no. 4 (July-August 1993), 11-12.
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[2]
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Florence Nightingale - Claydon House,
http://www.countryjoe.com/nightingale/claydon.htm.
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[3]
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H.
Small: Florence Nightingale’s
Statistical Diagrams. Comunicación presentada en la Stats & Lamps Research Conference,
organizada por el Florence Nightingale Museum en St. Thomas’ Hospital el 18
de marzo de 1998.
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[4]
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|
J.H. Eslava, G. Buitrago: Dos
indicadores para medir la brecha en salud y economía de los países. Revista de Salud Pública 6, no. 2
(2004), 183-198 [Disponible en http://www.scielosp.org/scielo.php].
|
[5]
|
|
Florence
Nightingale Museum, http://www.florence-nightingale.co.uk/index.php.
|
[6]
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|
J.
O'Connor, E.F. Robertson (sobre un proyecto de S. Davidson): Florence Nightingale, http://www-history.mcs.st-andrews.ac.uk/Biographies/Nightingale.html.
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Sobre
la autora
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Teresa Valdecantos Dema es
licenciada en Matemáticas por la Universidad de Sevilla y Master en
Fundamentos de las Matemáticas por la Universidad de Cádiz. Profesora 100%
vocacional de matemáticas en la Sección del Instituto Provincial de Educación Permanente en Algeciras (Cádiz), desde 2001 a 2005 ejerció como vocal de las
Olimpiadas Matemáticas Thales, hasta que en 2006 resultó elegida Delegada
Provincial de la Sociedad Andaluza de Educación Matemática Thales.
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