Recibido: jueves, 19 mayo 2005; revisado: viernes, 18 enero 2008
Modelización matemática de los
mecanismos de orientación de los cetáceos, familia ziphidae
Carmelo Militello Militello
Departamento
de Física Fundamental y Experimental, Electrónica y Sistemas
Universidad
de La Laguna
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Introducción
El objetivo de este trabajo es mostrar cómo un problema de
investigación que podría plantearse inicialmente como un problema estrictamente
de biología o zoología ha llevado a planteamientos que van desde el modelado
físico e instrumentación hasta el modelado numérico. Más aún, la deficiencia en
los modelos numéricos existentes ha conducido a la generación de nuevas
aproximaciones basadas en el método de los elementos finitos. Intentaremos, en
forma breve, mostrar la evolución de estos trabajos.
El varamiento de zifios
en las playas de Lanzarote y Fuerteventura del año 2002
En el año 2002, las maniobras militares
conjuntas entre la Armada Española y la OTAN en Lanzarote y Fuerteventura
dejaron como saldo negativo la aparición en las costas de estas dos islas de 12
cetáceos muertos. Curiosamente todos ellos pertenecían a la misma familia, la ziphidae. Una imagen de los cuerpos
durante la maniobra de recolección puede verse en la Figura 1.

Figura 1. Zifios varados en Fuerteventura. Foto cedida por
Vidal Martín Martel (SECAC).
Ante este
hecho surgen varias preguntas: ¿Sucedió antes? Sí, en Bahamas en el año 2000, y
anteriormente en Grecia en el año 1996. ¿Hubo otras especies implicadas? No.
¿Qué grado de desarrollo tenían los especímenes encontrados? No había crías
pequeñas. ¿Había características comunes en las tres maniobras? Sí, la
utilización, además de otros, de un sonar cuya frecuencia central de emisión se
encuentra entre los 2400 a 3500Hz. Este es el único presente en los tres casos.
¿Qué nivel
de presión produce daños parciales o dolor en el animal?
La armada
estadounidense propone como límites de exposición, válidos para operaciones
NATO, los siguientes valores, debiendo entenderse que exposiciones menores o
niveles menores no producen daños relevantes:
- 1 segundo a 204 dB
- 1 minuto a 186 dB
- 20 minutos a 172 dB
- 8 horas continuas a 160 dB
referidos a 1 µPa
Estos
valores se basan en extrapolación de resultados para humanos o para especies en
las que se han podido determinar molestias.
El ping de
máxima duración es de 1 minuto para el LFA (Low
Frequency Array), sonar de baja frecuencia de la armada estadounidense. Se
toma como nivel de seguridad para este sonar el de 180 dB. De cualquier manera,
parece que éste no estuvo presente durante las maniobras.
Por otro
lado, las autopsias muestran hemorragias en oídos, hígado y otros órganos.
En el momento en que nos integramos en la comisión de
investigación se contaba, además, con los siguientes resultados:
- Vidal Martín Martel (SECAC), a
través de los estudios del estado de los contenidos estomacales y de las
especies contenidas en las mismas, determina que en el momento del suceso los
animales estaban comiendo a 900m de profundidad.
- El Laboratorio de Histología y
Anatomía Patológica del Instituto Universitario de Sanidad Animal de la
Facultad de Veterinaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria,
dirigido por el Prof. Antonio Fernández, determina que la causa de la muerte es
la descompresión brusca (embolia grasa) [1].
Esto justifica que no hayan muerto infantiles, que maman y no se sumergen a
cazar.
- Especie poco estudiada. Tímida. Se
la conocía en 2002 por haber encontrado cadáveres. Investigaciones recientes
determinan gran abundancia en El Hierro.
- Existen pocos trabajos respecto de
los hábitos de esta especie.
Para fijar
la terminología realizamos ahora (Figura
2) una descripción sucinta del sistema auditivo del zifio (familia ziphidae). Una visualización completa,
incluyendo una tomografía computerizada, puede encontrarse en [2]. Debemos tener en cuenta que:
- No poseen oído externo (está
atrofiado).
- Se considera que utilizan la
mandíbula inferior como receptor de sonido, pero no está caracterizado.

Figura 2. Esquema de la mandíbula inferior y de la cavidad
acústica, llena de grasa líquida
a la temperatura
corporal de 36ºC. El oído interno se localiza cercano a estas estructuras.
El oído
externo se ha ido atrofiando durante el proceso evolutivo.
Objetivos del trabajo
Nos
proponemos investigar las propiedades en frecuencia del conjunto compuesto por
la mandíbula inferior acoplada con la cavidad acústica de grasa líquida, y
determinar si existen efectos de amplificación dentro de la cavidad o un
comportamiento diferencial del conjunto en las frecuencias de emisión de los
sonares.
Para
obtener resultados se exploran dos vías, el modelado numérico y la simulación
física. La simulación numérica presenta como ventaja fundamental la facilidad
para probar distintas condiciones de carga y visualizar resultados. Su
desventaja es intentar estudiar un problema de interacción fluido-estructura en
una propagación de onda acústica, que de por sí no es una tarea sencilla.
La
simulación física tiene como ventaja, si el modelo físico es representativo del
problema, que sus resultados parecen más creíbles por no depender de
aproximaciones numéricas. El tiempo de realización se puede acotar. La
desventaja es que no podemos contar con el animal, ni siquiera muerto. Debemos
construir un modelo híbrido de componentes óseos y materia no orgánica, e
instrumentarlo.
Obtención de las muestras
Tanto para
el modelo numérico como para el físico es importante contar con los
componentes, a fin de determinar su geometría y las propiedades físicas de los
distintos elementos. La mandíbula inferior es muy difícil de conseguir entera,
debida a su fragilidad. Si el animal
vara se rompe por efecto de las olas; si se lo encuentra muerto o a la deriva,
se rompe al izarlo.
Obtuvimos
un cráneo y las dos mandíbulas inferiores (una rajada) de un zifio de Cuvier,
cedidas por el Departamento de Biología Marina de la Universidad de La Laguna (Figura 3).
El
Laboratorio de Histología y Anatomía Patológica del Instituto Universitario de
Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Las Palmas de
Gran Canaria, dirigido por el Prof. Antonio Fernández, facilitó la observación
y medida in situ de uno de estos
animales.
Figura 3. Vista anterior y posterior del maxilar inferior
derecho.
Nótese la
existencia de una parte delgada y compacta, cuyo espesor no supera los 2.0, y
una parte gruesa porosa en el otro extremo. Llamamos material 1 al compacto y delgado y material 2 al poroso. Las propiedades elásticas se obtienen a
partir de mediciones ultrasónicas en el espesor. Para el material poroso las
propiedades se ponderan con la fracción de aire. Nótese que el material 1
presenta una relación resistencia/masa que es un tercio de la del acero ( Tabla 1).
Material
|
Módulo elástico E (Nw/m2)
|
Módulo de Poisson
|
Densidad ρ (kg/dm3)
|
Vel. sonido (m/s)
|
E/ρ
|
Módulo de Poisson
|
material 1
|
2,10e10
|
0,25
|
1,92
|
3307
|
1,09e10
|
0,25
|
material 2
|
1,25e10
|
0,25
|
1,14
|
3311
|
1,09e10
|
0,25
|
acero
|
2,10e11
|
0,30
|
7,80
|
5188
|
2,70e10
|
0,30
|
Tabla 1. Propiedades de los materiales que componen el
maxilar inferior.
La
velocidad de propagación del sonido en la grasa acústica (spermaceti
oil) se asume: 1450m/s [3].
Figura 4. Detalle de la configuración
de la cabeza. En (a), nótese la capa de grasa; en (b), el tamaño de la cavidad
acústica que rodea la mandíbula inferior; en (c), el oído externo atrofiado
(señalado por el dedo),
la cercanía del oído interno a la
mandíbula y la cavidad de grasa acústica.
Modelo numérico de la mandíbula
En la Figura 5
mostramos el modelo numérico realizado para ambos componentes. Para el hueso se
han combinado elementos sólidos elásticos tetraédricos y elementos de cáscara
triangulares y cuadriláteros. Las incógnitas en los nodos son los
desplazamientos de los mismos [4].
Para la grasa se han utilizado elementos tetraédricos que modelan
el comportamiento de un fluido acústico. Las incógnitas en los nodos son la
presión del fluido para cada nodo.

Figura 5.
Superposición gráfica de los modelos de la mandíbula inferior y de la cavidad
de grasa acústica. Debemos enfatizar que en el modelo actual, la interacción
entre ambos no ha sido modelada.
El análisis de los primeros modos acústicos en la cavidad
dan los resultados de la Figura 6 y
la Tabla 2. Como puede verse estos
modos de vibración son longitudinales, y los dos primeros muestran un máximo
relativo en la zona del oído del animal.
Modos
|
Frecuencia (Hz)
|
Primer modo
|
446.81
|
Segundo modo
|
2467.8
|
Tercer modo
|
4026.5
|
Tabla 2.
Frecuencias de resonancia acústica de la cavidad.
Figura 6.
Distribución de presión acústica en los dos primeros modos.
Para el hueso se asume como condición de contorno el soporte
de la apófisis en la quijada y la condición de simetría impuesta por la otra
mandíbula, que no se modela ni representa. Como veremos más adelante esta
condición de contorno es irrelevante, ya que para las frecuencias de interés el
modo de vibración es local. Es decir, la vibración relevante se presenta en las
placas delgadas y es independiente de las condiciones de apoyo antes
mencionadas. En la Figura 7 vemos
los modos de vibración de la mandíbula inferior para las frecuencias de 3054 y
3100Hz. Para este nivel de frecuencias el hueso presenta una alta densidad
espectral, con saltos inferiores a los 50Hz.
Figura 7.
Modos de vibración del hueso para las frecuencias de 3054 y 3100Hz.
Si bien tenemos frecuencias para ambos componentes en el
rango de emisión del radar, todavía debemos verificar cuál será el efecto de
ambos sistemas acoplados.
El problema de
interacción fluido-estructura
Los modelos numéricos de simulación de componentes
estructurales utilizan como incógnita los desplazamientos de las partículas de
continuo. Los modelos de comportamiento acústico de fluidos utilizan como
incógnita la presión en los puntos del mismo. La bibliografía sobre este
problema es extensa, y el lector interesado puede consultar las referencias [4],
[5], [6]. Existe la posibilidad de modelar el fluido acústico a
partir del campo de desplazamientos y esto permitiría una conexión directa
entre ambos modelos, es decir, el fluido acústico aparecería como un elemento
estructural, gobernado por ecuaciones diferenciales similares a las de la
estructura, con propiedades físicas diferenciadas. El problema de esta
formulación es que el campo de desplazamientos propuesto dentro de cada
elemento no es irrotacional, como requiere la teoría acústica, y aparecen en la
solución de los problemas típicos modos rotacionales, de baja frecuencia, que
contaminan la solución. Esta contaminación no es real, en el sentido que el
sistema numérico resuelve lo que hemos formulado, pero nosotros deseamos
eliminar este comportamiento espurio.
Se
han implementado varios procedimientos para mejorar el comportamiento de estos
elementos. El método de penalidad en las rotaciones, desarrollado por Hamdi et
al. [5], arroja buenos resultados en los problemas presentados en la
referencia. Luego, Olson y Bathe [7] y posteriormente Wang y Bathe [8] afirman que el elemento de Hamdi no puede resolver lo que
ellos denominan los tres paradigmas de la interacción fluido-estructura,
debido, entre otras, a las restricciones de irrotacionalidad e
incompresibilidad. Una desventaja adicional de este elemento es que el factor
de penalidad queda indeterminado, debiendo ser seleccionado por el usuario.
Otros
elementos en desplazamientos son los formulados por Bermúdez y Rodríguez [9], basados en polinomios de Raviart-Thomas, que no presentan
modos espurios de rotación. Lamentablemente, la utilización de grados de
libertad en la mitad de los lados, en lugar de los nodos, los hace inapropiados
para ser acoplados con elementos estructurales comunes.
El
elemento que nosotros hemos propuesto es un elemento plano de tres nodos,
formulado con la técnica de los principios variacionales parametrizados de
Felippa et al. [10], que, particularmente
en la formulación libre de Bergan y Hanssen [11], plantea una energía de alto orden que se encarga de
mantener la irrotacionalidad del fluido. Esta energía de alto orden es afectada
por un factor de estabilización, el cual depende del tamaño del elemento y para
cuyo cálculo hemos establecido un criterio.
Ecuaciones básicas
Se
considera que el fluido es no viscoso, isentrópico y las vibraciones son de tan
baja amplitud que no modifican apreciablemente la densidad del mismo. La
ecuación de momento y la ecuación constitutiva del fluido son:

,

,
donde 
es el vector velocidad, 
es la presión, 
es la densidad de masa y 
el módulo de compresibilidad, que se define en
términos de la velocidad del sonido como 
.
Bajo condiciones de casi incompresibilidad, donde 
es mucho mayor que 
,
se obtiene la ecuación de Euler

,
cuyo
funcional es

donde

es el desplazamiento normal a la superficie 
.
Sin profundizar en los aspectos matemáticos, digamos que este funcional se
utiliza para la discretización por elementos finitos de fluidos acústicos
basados en desplazamientos, y que, como mencionamos anteriormente, se han
desarrollado varias formulaciones con el fin de mantener la condición de
irrotacionalidad del fluido. Nuestra propuesta parte de una formulación de alto
rendimiento basada en un Principio Variacional Parametrizado (PVP) desarrollado
en el marco de la elasticidad lineal.
Modelo físico
Para realizar el análisis experimental se construyó un
modelo físico de la cavidad. En la Figura
8 puede verse la evolución de esta construcción. El modelo se basa en la
hipótesis de que las paredes de la cavidad serán rígidas.

Figura 8.
Modelo de la cavidad acústica.
Primeramente hemos instalado un pequeño altavoz dentro de la
cavidad, intentando simular el efecto de una porción del hueso que vibrara
dentro de la misma. Hemos colocado este altavoz a dos distancias del extremo
delgado: 21.5cm y 35cm. Para tener en cuenta el efecto de las longitudes de onda
en agua y aire utilizamos frecuencias que son un cuarto de las frecuencias en
agua. Tomamos medidas simultáneas en los extremos delgado, A, y ancho, B, de la
cavidad. La diferencia de niveles para los dos puntos se presenta en la gráfica
de la Figura 9. Puede observarse que
en el rango de frecuencias entre 800 y 960Hz (equivalentes en el agua a 2400 y
3840Hz) la intensidad en el extremo A es predominante, produciéndose una
inversión drástica después de la frecuencia de 1000Hz (4000Hz en agua).

Figura 9.
Diferencia de intensidades acústicas en ambos extremos
de la cavidad para excitaciones en
distintos puntos.
Por último, hemos instalado en el hueso dos acelerómetros,
colocado un hidrófono en la región donde debería encontrarse el oído del animal
y sumergido el sistema en agua (ver Figura
10). Dentro del recipiente se instala un altavoz subacuático.

Figura 10.
Dispositivo experimental para excitar el hueso y la cavidad acústica.
Nótese la posición de los
acelerómetros dentro del hueso.
En la Figura 11
podemos ver la respuesta del acelerómetro montado en el hueso ante una
excitación del altavoz de 3600Hz. Puede verse claramente cómo esta excitación
genera un pico con un alto factor de calidad, no excitándose ninguna frecuencia
cercana.
Para estas mediciones se utilizaron las herramientas de
análisis de señal generadas por el presente grupo investigador. El software
desarrollado para la medición se diferencia en cinco bloques, constituidos por:
un generador de señales de pseudo-ruido; un emisor que conecta la salida de la
tarjeta de audio a un amplificador de potencia y a un transductor
electro-mecánico; un receptor que realiza la adquisición de la señal emitida a
un ritmo máximo de muestreo de 250000mps y el procesado a una frecuencia de
44105.30mps; un sistema inversor que permite obtener la respuesta impulsiva del
medio; y un visualizador que se encarga de representar la respuesta impulsiva
en una interfaz gráfica de usuario. El sistema de medición se ha implementado
sobre un núcleo de Linux 2.4.18 recompilado para el soporte de las tarjetas de
adquisición, y se ha hecho uso de las herramientas de GNU. El escritorio sobre
el que se ha trabajado es KDE 3.0 y KDE 3.1, que son las versiones soportadas
en la distribución de paquetes Debian/Woody.

Figura 11.
Respuesta del acelerómetro montado en el hueso ante una excitación del altavoz
de 3600Hz.
Conclusiones
Si bien los resultados son todavía provisionales, ya que es
necesario agregar instrumentación al modelo físico y generar el modelo numérico
de interacción fluido-estructura, es evidente que la estructura anatómica
compuesta por la cavidad de grasa acústica y el maxilar inferior del zifio de
Cuvier son especialmente sensibles al rango de frecuencias de emisión de los
sonares de frecuencia media. La relación entre este fenómeno y la muerte de los
mismos todavía debe ser investigada.
Por otro lado, es interesante ver cómo el estudio de un
problema, podríamos decir medioambiental, genera la necesidad de construir
nuevas herramientas de análisis numérico y combinarlas.
Reconocimientos
Este
trabajo es fruto de una investigación conjunta con S. Correa Vélez, S.
Rodríguez Buenafuente, V. Guadalupe Suárez, I. Martín Mateos y F. Rosa
González.
Referencias
[1] Conclusiones
del estudio anatomo-patológico de la Unidad de Anatomía Patológica de la
Facultad de Veterinaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria sobre
el varamiento masivo de zifios en Fuerteventura y Lanzarote entre el 24 y el 27
de septiembre de 2002.
[2] Joint interim report, Bahamas marine
mammal stranding event of 15-16 March 2000. U.S. Department of Commerce,
December 2001.
[3] O.C. Zienkiewicz, R.L. Taylor: The finite element method, Vol. I.
McGraw Hill, 1989.
[4] M.A. Hamdi et al.: A displacement method for the
analysis of vibrations of coupled fluid-structure systems. International Journal
for Numerical Methods in Engineering 13 (1978), 139-150.
[5] T.B. Belytschko, J.M Kennedy: A
fluid-structure finite element method for the analysis of reactor safety
problems. Nuclear Engineering Design 38 (1976), 71-81.
[6] G.C. Everstine: A symmetric potential
formulation for fluid-structure interaction. Journal of Sound and Vibration 79 (1981), 157-160.
[7] L.G. Olson, K.J. Bathe: Analysis of
fluid-structure interactions. A direct symmetric coupled formulation based on
the fluid velocity potencial. Computers & Structures 21 (1985), 21-32.
[8] X. Wang, K.J Bathe: Displacement/pressure
based finite element formulations for acoustic fluid-structure interactions. International
Journal for Numerical Methods in Engineering 40 (1997), 2011-2017.
[9] A. Bermúdez, R. Rodríguez: Finite
element computation of the vibration modes of a fluid-soil system. Computer
Methods in Applied Mechanics and Engineering 119 (1994), 355-370.
[10] C.A. Felippa, C. Militello: Variational
formulation of high performance finite elements: Parametrized variational principles.
Computers & Structures 36 (1990),
1-11.
[11] P.G. Bergan, L. Hanssen: A new approach for deriving “good” finite elements.
En The Mathematics of the Finite Elements, Vol. II - MAFELAP II
Conference (J.R. Whiteman, ed.), Academic Press, 1976, pp. 483-497.

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Sobre el autor
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Carmelo Militello Militello es ingeniero superior por la Universidad Nacional de Rosario (Argentina), doctor en Ingeniería por la University of Colorado at Boulder (EEUU) y catedrático de Física Aplicada de la Universidad de La Laguna, donde ha desempeñado el cargo de director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Civil e Industrial. Especialista en acústica y vibraciones, es autor de numerosas publicaciones en revistas de investigación de prestigio internacional en las áreas de Ingeniería y Modelos Numéricos.
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