Usuarios de IE9 |
IMPORTANTE:
Para visualizar correctamente bajo Internet Explorer 9 los números publicados en HTML, es necesario tener activada la opción de compatibilidad con versiones anteriores del navegador. |
Números Publicados |
Vol. 7, no. 4 (dic. 2011) |
Vol. 7, no. 3 (sep. 2011) |
Vol. 7, no. 2 (jun. 2011) |
Vol. 7, no. 1 (mar. 2011) |
Vol. 6, no. 4 (dic. 2010) |
Vol. 6, no. 3 (sep. 2010) |
Vol. 6, no. 2 (jun. 2010) |
Vol. 6, no. 1 (mar. 2010) |
Vol. 5, no. 5 (dic. 2009) |
Vol. 5, no. 4 (oct. 2009) |
Vol. 5, no. 3 (jun. 2009) |
Vol. 5, no. 2 (abr. 2009) |
Vol. 5, no. 1 (feb. 2009) |
Vol. 4, no. 5 (dic. 2008) |
Vol. 4, no. 4 (oct. 2008) |
Vol. 4, no. 3 (jun. 2008) |
Vol. 4, no. 2 (abr. 2008) |
Vol. 4, no. 1 (feb. 2008) |
Vol. 3, nos. 4-5 (oct.-dic. 2007) |
Vol. 3, no. 3 (jun. 2007) |
Vol. 3, no. 2 (abr. 2007)
|
Vol. 3, no. 1 (feb. 2007) |
Vol. 2, no. 5 (dic. 2006) |
Vol. 2, no. 4 (oct. 2006) |
Vol. 2, no. 3 (jun. 2006) |
Vol. 2, no. 2 (abr. 2006) |
Vol. 2, no. 1 (feb. 2006) |
Vol. 1, no. 4 (dic. 2005) |
Vol. 1, no. 3 (oct. 2005) |
Vol. 1, no. 2 (jun. 2005) |
Vol. 1, no. 1 (abr. 2005) |
|
|
|
Nacional |
|
|
Escrito por Redacción Matematicalia
|
viernes, 14 de septiembre de 2007 |
Entrevista: Ana Justel
Recibido: miércoles, 29 noviembre 2006
Entrevista
:: “Las matemáticas son actualmente una herramienta fundamental para el avance
en el conocimiento científico”
Licenciada
en Matemáticas y doctora en Economía, Ana Justel Eusebio se define como una persona que
enseña e investiga en el campo de la estadística.
Pilar Cuena Botrán
Gabinete de Comunicación
Universidad Autónoma de Madrid
e-mail:
Esta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla
Sus principales trabajos
están dentro de la estadística matemática y computacional. El haber hecho un
doctorado en Economía le ha supuesto no saber pensar en su investigación sin
contar con el mundo real, con el contacto con otras ciencias en las que se
puedan aplicar los resultados de su trabajo. La investigación antártica le
resulta apasionante, surgida de la colaboración con un grupo de investigadores
en Biología y Ecología de la
Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Madrid,
donde trabaja desde hace diez años y es, en la actualidad, profesora titular de Estadística en el Departamento de Matemáticas y directora de la Oficina de Análisis y Prospectiva. Ha participado en Limnopolar, un proyecto
de investigación en limnología que se desarrolla en ambientes polares,
concretamente en la Antártida, donde se estudian los ecosistemas acuáticos no
marinos.

|
Ana Justel
|
|

|
Trabajando en la “sala”
de computación
|
|

|
Expedición en Byers
|
|

|
Laboratorio
|
|
Desde fuera, el mundo de las matemáticas parece complejo. ¿Cómo lo ve usted?
Pues si soy
sincera tengo que decir que yo también lo veo complejo. No es una ciencia
fácil, tiene un nivel de desarrollo y ha evolucionado tanto que es difícil de
comprender lo que se investiga en la frontera del conocimiento matemático.
Esto no quiere decir que las matemáticas sean inaccesibles; no lo pueden ser,
tienen que estar cerca del mundo cotidiano para seguir prestando su servicio
a la ciencia, para continuar con esa gran colaboración en la evolución del
conocimiento que han prestado durante toda la historia.
¿Qué tipo de matemáticas necesita dominar un estudiante
que quiera dedicarse al campo en el que usted se encuentra?
Para
dedicarse a la estadística hay que tener una buena base matemática y luego
estudiar mucha estadística. También es muy importante estudiar otras cosas
que no sean matemáticas, saber física, economía, biología, informática, todos
son estupendos complementos formativos para luego tener la perspectiva
necesaria y el gusto por las aplicaciones.
¿Qué le ayudó a encauzar su actividad investigadora?
Creo que
fue el ambiente que me rodeaba, era apasionante. Yo empecé a hacer el
doctorado en la Universidad Carlos III de Madrid cuando se estaba creando esa universidad. Me seleccionaron para
formar parte de un grupo de estudiantes procedentes de distintas disciplinas,
hacíamos un doctorado en economía pero éramos licenciados en empresa,
físicas, economía, matemáticas e ingeniería. Fue toda una experiencia
encontrarse en medio de un grupo de investigadores de alto nivel que vivían
la creación de la universidad con un altísimo grado de compromiso hacia la
investigación. Nos lo contagiaron, nos transmitieron que nosotros éramos
importantes, que querían enseñarnos a ser investigadores. Luego, durante los
años en que estaba elaborando mi tesis doctoral tuve la gran oportunidad de
poder trabajar bajo la dirección de Daniel Peña, un investigador excepcional
de quien traté de aprender todo lo que pude.
Ha participado en el proyecto Limnopolar. ¿Qué es este
proyecto?
Limnopolar
es, como su propio nombre indica, un proyecto de investigación en limnología
que se desarrolla en ambientes polares. Esto quiere decir que estudiamos los
ecosistemas acuáticos no marinos. Allí, en la Antártida, nuestro
principal interés se centra en los lagos y ríos de la Península Byers. Un lugar muy próximo a la Base Española Juan Carlos I, pero inaccesible desde tierra, sólo se puede llegar por mar.
Esto ha hecho que apenas haya habido presencia humana en este lugar, lo que
es magnífico para nuestro proyecto. Byers es una zona en la que se produjo un
retroceso glaciar hace miles de años que dejó una cantidad de pequeños lagos
que no se encuentra en ningún otro lugar de la Antártida. Durante el verano austral se deshielan y se convierten en laboratorios naturales. La
vida es tan escasa que las interacciones entre los fenómenos físicos y
biológicos que dominan la dinámica de los lagos se pueden controlar mejor,
pero sigue sin ser una tarea fácil. El objetivo final de nuestro
proyecto es establecer modelos que relacionen los procesos biológicos con los
ambientales, queremos bioindicadores de cambio climático. Obviamente no
tendremos nunca suficiente información histórica, así que trabajaremos con
datos de distintas latitudes.
¿Cuál fue su participación en Limnopolar?
Dedico
parte de mi tiempo como investigadora a colaborar con el equipo, y esto
significa principalmente dos cosas. Cuando hay que modelizar o resolver algún
problema estadístico, yo me encargo. Cuando hay que colaborar en la toma de
muestras, yo también participo, todos trabajamos en todas las actividades,
hacen falta muchas manos. Las campañas son largas y duras, hay que turnarse.
Cuando empecé con los limnopolares
no estaba previsto que fuera a ir a la Antártida, luego faltaba una persona y Antonio
Quesada, el investigador principal, consideró que era bueno que yo fuera, que
conociera el lugar, las variables con las que trabajaban, que me sintiera
parte del equipo. Y fue todo un éxito, creo que si no hubiera ido jamás me
habría llegado a entender con ellos, usan un lenguaje muy específico que
ahora ya voy comprendiendo. Si cuando todo esto empezó me hubieran dicho que
iría tres veces a la
Antártida, no lo habría creído, entre otras cosas porque
allí las condiciones de vida no son nada fáciles.
¿Cómo llegó a este proyecto?
Creo que es
más interesante el por qué o el por quién. La clave está en Antonio Quesada,
uno de esos científicos que de verdad cree en la multidisciplinariedad. Él me
“fichó” y él me ha animado siempre, ha valorado mucho mi visión, la de la
matemática. Luego el resto de los investigadores son estupendos, me han
enseñado a trabajar en equipo, a formar parte de un grupo de investigación,
como esos que parece que tanto se promueven en los diseños de política
científica, pero que nunca terminamos de ver, ni de sentir que verdaderamente
estén valorados. Eugenio Rico fue el primero que pensó en mí, y Manolo Bañón
el que más agradece no ser el único que no entiende de “bichos”.
|
¿Cuáles son los problemas que se abordan?
En el
proyecto se abordan numerosos problemas que comienzan con la descriptiva de
los lagos y ríos, desde un punto de vista físico, químico y biológico.
Realizamos muchos experimentos para poner a prueba teorías ecológicas nuevas
y otras ya conocidas, pero que no se sabe cómo se comportan en los ambientes
extremos. Mantenemos una estación meteorológica que registra datos cada media
hora durante todo el año. Nos da mucho trabajo, pero los datos que
proporciona son fundamentales para entender la biología. Y en los “ratos
libres” aprovechamos para estudiar nuestro impacto. La Península Byers tiene un régimen de protección altísimo dentro del tratado antártico, y para
obtener el permiso necesario para ir allí nos comprometemos a no alterar el
lugar. No es nada fácil, y hace que la vida allí sea más dura que en las
bases. Nosotros vivimos en un campamento y nos hemos interesado en medir
nuestro impacto para aprender de una experiencia casi única, pero que puede
servir como modelo en la gestión de los campamentos o del turismo que aumenta
cada año a un ritmo exponencial.

|
Campamento Byers
|
¿Cuál es su tratamiento matemático?
El
tratamiento matemático que yo doy a los problemas que se me presentan es,
obviamente, el estadístico, lo que sé hacer. Nosotros tomamos muchas muestras
que cuesta convertir en datos; una vez en formato número, la estadística es
una herramienta fundamental para el análisis y la extracción de conclusiones.
Además, los datos que conseguimos cuando estamos allí no son suficientes para
explicar toda la dinámica de los lagos, tenemos que inferir de las fuentes de
información de que disponemos durante la parte del año en que no podemos
estar allí, por eso es tan importante la estación meteorológica. Por ejemplo,
recientemente he tenido que trabajar con los datos de la temperatura del
agua, una serie de la que ya tenemos cinco años de historia, para
indirectamente estimar cuándo se congelan los lagos. Esta variable es muy
importante porque determina el tiempo que dura el ciclo de actividad biológica
y, sin embargo, nunca hemos estado allí para verlo. Buscamos el momento en el
que se produce el cambio en la variabilidad de las temperaturas del agua como
indicador de la congelación. Incluso este método indirecto presenta muchos
problemas, la falta de energía durante algún invierno provocó fallos en los
registros, la serie está llena de datos “missing” y atípicos.
¿Qué es lo más importante que ha aprendido de su
participación en este proyecto?
Aparte de lo
que mencionaba anteriormente, de trabajar en un equipo multidisciplinar, creo
que lo más importante que he aprendido es lo
que cuesta un dato. Nuestro trabajo como estadísticos normalmente empieza
cuando ya existe el dato, a veces incluso al margen de éstos, desarrollando
metodologías nuevas de análisis para datos que a veces son demasiado idílicos.
A mí la realidad me ha enseñado que tenemos que trabajar más en aprender a
sacar información de datos problemáticos y escasos. Es un buen aterrizaje de la
teoría a la práctica, en la
Antártida no siempre se hace lo que se programa
cuidadosamente, se hace lo que se puede en un lugar donde las condiciones de
trabajo son extremas por el aislamiento, la dificultad del acceso y la
meteorología.

|
Miembros del equipo Limnopolar
|
¿Cuáles son las grandes áreas del conocimiento en las que
las matemáticas tienen un sitio hasta ahora desconocido?
Las
matemáticas son actualmente una herramienta fundamental para el avance en el
conocimiento científico, aunque no todos los estudiosos de las ciencias
sociales están muy convencidos. Nadie discute el papel de las matemáticas en la
modelización de las leyes de la naturaleza, sin embargo existen reticencias
para aceptar su papel en las leyes del comportamiento humano. Nadie pretende
que se estudie el comportamiento de las partículas de la física una a una, se
aceptan las leyes y se estudia su comportamiento conjunto. Cuando se trata con
personas, se ve distinto, cuando en realidad es el mismo problema.
Individualmente cada uno actuamos por nuestra cuenta, pero cuando se nos
observa como un colectivo, seguimos reglas, las leyes del comportamiento. Las
matemáticas llevan siglos prestando sus servicios a la física, menos tiempo a
la biología, y es muy reciente su presencia en la economía y otras ciencias
sociales y humanas. Creo que en los próximos años veremos grandes avances en
estas ciencias gracias a la modelización matemática.

|
Sobre la autora
|
Pilar Cuena Botrán es licenciada en
Ciencias de la Información, rama Periodismo, por la Universidad Complutense
de Madrid. Actualmente dirige el Gabinete de Comunicación de la Universidad Autónoma de Madrid.
|
|
|
|