Recibido: martes, 24 octubre 2006
Procesos de intuición
en matemáticas: una experiencia con estudiantes para profesores de
Secundaria
Inés M. Gómez
Chacón
Departamento de
Álgebra
Universidad
Complutense de Madrid
e-mail:
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página web: http://www.mat.ucm.es/~imgomezc
Introducción
Intuición,
muchos estudiantes creen que la intuición significa no tener que pensar en las
cosas. Incluso con el uso de la expresión “tener una corazonada” quieren
significar que la intuición no tiene lugar en la mente. En otros casos, también
se asocia con pensar, o no, de forma lógica. Sin embargo, no pensar de forma
lógica no es lo mismo que ser intuitivo. De hecho, al utilizar la intuición
percibimos de forma activa nuestras impresiones, las registramos, las
interpretamos y, por último, las integramos con el resto de los procesos
mentales. La intuición es un proceso muy riguroso. Un proceso que necesita ser cultivado explícitamente con una formación adecuada. Estamos de acuerdo con Guzmán (1991) en que la intuición no se
debe concebir como una especie de regalo arbitrario de las musas. La intuición
se puede cultivar activamente. Fischbein (1987), con el fin de introducir
claridad en el complejo dominio de la intuición, propuso categorizaciones, análisis de cómo tenerla en cuenta en la educación matemática. También nosotros, en
nuestra trayectoria como formadores de profesores de Secundaria, hemos
desarrollado algunas estrategias para trabajar en el aula una tipología de
intuiciones, las afirmatorias, en particular las referidas a los procesos de
inferencia (Gómez-Chacón, 2000), y más recientemente con estudiantes que se
están formando para profesores de Secundaria en la Universidad Complutense de
Madrid hemos trabajado ejemplificaciones sobre intuición y razonamiento
matemático.
Para que el estudiante para profesor llegue a ser un buen profesional de
la enseñanza de las matemáticas, es necesario que se produzca una construcción
de conocimientos fruto de la interrelación entre sus conocimientos de matemáticas,
de cómo enseñarlas, de cómo aprendemos y de cómo aprenden los alumnos de esos
niveles.
La experiencia que
se presenta aquí ha sido desarrollada en la asignatura piloto Metodología
Matemática de la Facultad de Ciencias Matemáticas de la Universidad
Complutense, impartida durante el curso 2005-2006, dentro de las Acciones de la
Universidad Complutense para la Construcción del Espacio Europeo de Educación
Superior.
Los objetivos
del presente trabajo han sido:
- Formar a los estudiantes
que se preparan para profesores en las competencias de “aprender a enseñar”.
- La matemática como saber de método en el proceso educativo
inicial.
- Desarrollar usos matemáticos de Internet.
Una de las apuestas metodológicas que
hacemos en esta asignatura es introducir a los estudiantes para profesores en
actividades matemáticas estimulantes, seleccionadas específicamente para
mostrar cómo aplicar conocimientos y habilidades en la vida diaria con sus
futuros alumnos de Secundaria (por ejemplo, comprender los problemas mundiales
o tomar decisiones sobre su propia vida personal, la percepción del infinito en
nuestra mente, la paradoja como estimulo del progreso matemático, etc.).
En este artículo ofrecemos, en primer lugar, una sucinta aproximación al
significado de intuición, procesos intuitivos y modelos intuitivos. Después,
presentamos una ejemplificación para trabajar la intuición del infinito, en la
que se diseñó un modulo de aprendizaje. Y terminamos poniendo de relieve
algunas características de los procesos de “aprender a enseñar” en la formación
de futuros profesores de Secundaria.
1. El
significado y el papel de la intuición
Durante largo tiempo el
razonamiento se ha estudiado principalmente en términos de nexos
proposicionales gobernados por reglas lógicas. Consecuentemente, el proceso
instruccional, especialmente en ciencias y en matemáticas, ha tendido a
proporcionar al aprendiz cierta cantidad de información (principios, leyes,
teoremas, fórmulas) y desarrollar métodos del razonamiento formal adaptado a
los dominios respectivos. Aunque la matemática es un sistema deductivo de
conocimientos, la actividad creativa en matemáticas es un proceso constructivo,
en el cual los procedimientos inductivos, las analogías y las conjeturas
plausibles, juegan un papel fundamental. Para ello el rol de la intuición es
clave. Nos acercamos a su significado.
A lo largo de la
historia la palabra intuición en matemáticas ha comportado una pesada carga de
ambigüedad y misterio (Davis y Hersh, 1988). Según contextos, las connotaciones
han sido diferentes, unas vinculadas a la inspiración, y otras como oposición a
los modos de proceder con rigor. Algunos de los significados que se ha
atribuido a la palabra intuición en matemáticas han sido los siguientes:
- Intuitivo es opuesto
a riguroso.
- Intuitivo significa
visual.
- Intuitivo significa
plausible o convincente, aún sin demostración.
- Intuitivo significa
inspirado en un modelo físico, o en algunos ejemplos importantes de los
procedimientos heurísticos.
- Intuitivo
significa holístico o integrador, entendido como contrario a detallado o analítico.
La intuición no es una
percepción directa de algo externo existente. Es el efecto que provoca en la
mente la experiencia de ciertas actividades mentales de manipulación de objetos
concretos (en una fase posterior, de marcas en un papel, e incluso de imágenes
mentales). Como fruto de esta experiencia, hay algo en la “pupila de la mente”
(un residuo, un efecto) que constituye su representación.
Tenemos intuición porque
tenemos representaciones mentales de los objetos matemáticos. Adquirimos estas
representaciones no por memorización de fórmulas verbales, sino a través de
reiteradas experiencias (en el nivel elemental, la experiencia de la
manipulación de objetos materiales; en un nivel superior, la experiencia de
resolver problemas y de descubrir cosas por nosotros mismos).
Una intuición es una
idea que posee las dos propiedades fundamentales de una realidad concreta y
objetivamente dada: inmediatez (evidencia intrínseca) y certeza (no la certeza
convencional formal, sino la certeza inmanente, prácticamente significativa).
2. Distintas
cualidades de los procesos intuitivos
Una reflexión intuitiva sobre un fenómeno matemático nos puede aportar
diferentes sensaciones. Entre ellas, está la sensación de evidencia y certeza. Nos hace sentir
seguros de nuestro resultado y no sentimos la necesidad de demostrarlo
rigurosamente. Se da en el caso en que de alguna manera, al pensar sobre el
objeto de estudio, nuestro bagaje matemático nos hace relacionarlo con
comportamientos bien conocidos y nos lleva a sacar conclusiones.
La necesidad de armonizar la intuición y las nociones matemáticas
constituye una cuestión básica en educación matemática. Una contribución a esta
difícil tarea proviene de los estudios que se ocupan de conflictos y
discrepancias, y detectan los orígenes de éstas y aquéllos.
En relación a los dos sentimientos mencionados anteriormente, podemos
toparnos con situaciones poco deseables, la que tiene que ver con la
perseverancia y con la denominada por Fischbein coacción.
Cuando una persona concibe un fenómeno intuitivamente, puede ser muy
difícil deshacerse de esta idea pues su mente siente bastante seguridad sobre
la validez de este resultado. Este aspecto debe ser tenido en cuenta por los
profesionales de la educación, y la experiencia y la historia pueden dar claves
de cuáles son las suposiciones erróneas más usuales de los estudiantes.
Otra situación poco deseable es la denominada coacción. La coacción aparece en el caso en que se acepta
intuitivamente un hecho (convencimiento de que dada una recta y un punto
exterior a ella, existe una única recta paralela que pasa por dicho punto,
axioma de la Geometría Euclidea) que provoca rechazar la validez de otros
resultados (puede que no exista ninguna, caso de la Geometría Riemenniana o que
se puedan trazar infinitas como en la Geometría de Lobachevsky).
Esta situación ha tenido lugar a lo largo de la historia de la
matemática, y en algunos casos
conllevando una perpetuación de falsas teorías y es que, como ya se ha
comentado, no es sencillo desprenderse de una convicción de tipo intuitivo.
Respecto a los vínculos entre intuición y
falta de rigurosidad o la aprehensión, extrapolación y organización de las
ideas: la validez
rigurosa de un proceso intuitivo no se puede comparar a la de un proceso formal,
pero puede generar avances a veces inalcanzables por medio únicamente de pasos
formales, como por ejemplo aprehender la universalidad de una proposición o extrapolar
ideas u organizar la información de un modo global y dotar de una estructura
con significado a los elementos que intervienen en el desarrollo matemático.
3. Modelos
intuitivos implícitos
La necesidad de modelos intuitivos viene justificada por facilitar la
tarea de comprensión y poder representar mejor el aspecto a estudiar. Al
construir un modelo, estamos descifrando y tratando de organizar cuáles son los
elementos importantes de nuestro objeto de estudio.
Ejemplos de modelos pueden ser el construir gráficas para describir
funciones, usar representaciones visuales que clasifiquen formas geométricas,
resumir datos en forma de tablas... Fischbein (1987) clasifica los modelos en
cuatro categorías: implícitos, explícitos, paradigmáticos y por analogía.
En el caso explícito, los objetos del estudio no son sustituidos por
otros y la naturaleza de los mismos no se interpreta de otro modo diferente al
que la matemática les dota. Los modelos paradigmáticos trabajan sobre una clase
de sistemas conceptuales, y los modelos por analogía comparten características
con el original, pero no son del mismo tipo.
La ventaja principal que supone trabajar con el modelo en vez de con el
original, es que podemos pensar mejor en términos concretos y manipulables que
en aquellos más abstractos. Ahora bien, antes de empezar a trabajar con el
modelo, tenemos que asegurarnos de que en el modelo habiten las propiedades del
objeto y de que estén representadas de modo satisfactorio, asimismo, las
conceptualizaciones previas que se dan en la mente de los alumnos.
4. Una ejemplificación: trabajar la intuición del infinito
Nos decía Miguel de Guzmán en el 2000:
La presencia del
infinito en la matemática constituye un reto insoslayable. En la misma
percepción originaria de la multiplicidad presente en las cosas, en ese caer en
la cuenta de la finitud (no soy quien lo llena todo) y repetibilidad de la
unidad presente en la propia conciencia del yo (hay otros como yo mismo), en
esos puntos suspensivos que colocamos cuando empezamos a contar y decimos
1,2,3,... está ya presente de alguna manera la percepción de la presencia del
infinito en nuestra mente [...] De manera parecida, el infinito de algún modo
presente en nuestra mente posibilita y funda nuestro conocimiento de lo finito,
y en el conocimiento de lo finito y concreto nos apercibimos de esa presencia
del infinito [...] A lo largo de la historia de la
matemática, este tipo de proceso reaparece una y otra vez, motivando el
progreso del pensamiento matemático. Los números irracionales aparecidos al
margen de ciertas construcciones geométricas, las paradojas de Zenón en torno
al movimiento y a la naturaleza continua del espacio, fueron motivaciones para
construir una nueva forma de manejar matemáticamente esta forma de infinitud.
Los desarrollos del cálculo infinitesimal, consolidados en un intenso trabajo
de multitud de matemáticos entre el siglo XVII y finales del XIX, constituyen
nuevas formas de manejo del infinito matemático. La teoría de conjuntos de
Cantor, a fines del siglo XIX y principios del XX, constituyó el instrumento
fundamental para tratar de dar rigor a estos nuevos esquemas de pensamiento (Guzmán, 2000:
37-38).
La concepción de infinito como unidad (infinito actual) no se suele
trabajar mucho en la enseñanza de la matemática, a pesar de que
la naturaleza infinita de los conjuntos
numéricos N, Z, Q y R que se estudian en Primaria y
Secundaria suponen un conocimiento de este concepto por parte del
profesor. La construcción de la idea del infinito como proceso inalcanzable (el
infinito potencial de Aristóteles) no es suficiente para explicar por qué N, Z
y Q son equipotentes y en cambio R tiene una cardinalidad mayor. Este
hecho justifica la necesidad de aclarar en algún momento la idea del infinito
como unidad (infinito actual).
Plantear un acercamiento didáctico en la
formación de los estudiantes para profesor de Secundaria nos hizo reflexionar
sobre algunos aspectos, por ejemplo:
- ¿La aclaración de este concepto se contempla en los
planes y programas de formación de profesores de Primaria y Secundaria?
- ¿Un estudiante que se está formando para profesor
tiene la suficiente claridad del término infinito, sus aspectos históricos y
sus implicaciones teóricas para dar una explicación adecuada de la idea de
infinitud tomando en cuenta que la concepción popular del concepto de infinito
difiere del concepto formal matemático?
- ¿Cuál es el momento adecuado para introducir este
concepto?
La mayoría de los libros de cálculo asumen el
hecho de que los estudiantes tienen ya una noción del concepto del infinito y
por lo general lo comienzan a utilizar al definir límites al infinito y límites
infinitos, pero sin hacer una introducción adecuada del concepto.
Conviene, previamente al estudio, que el
profesor haga una reflexión del infinito antes de comenzar a utilizarlo tanto
en los aspectos históricos como en lo referente a las paradojas y
contradicciones involucradas.
El módulo Camino
al infinito es una ejemplificación en la que los estudiantes para
profesores han trabajado, planteando una posible secuencia para familiarizar a
los estudiantes de Secundaria y Bachillerato.
En él, tras una introducción histórica sobre el concepto del infinito,
se plantean problemas de iniciación a los fractales, series, etc.
Para nosotros es claro que no se puede
pretender con los estudiantes de Secundaria mostrarles la formalidad matemática
del concepto. No obstante, entendemos que el profesor debe considerar dentro de
su planteamiento didáctico la posibilidad de ampliar la concepción usual del
infinito en función de las inquietudes y dudas que puedan plantear los alumnos.
Por tanto, es necesario que en el bagaje cultural de los estudiantes que se
forman para profesor entren estos aspectos, ya que deberán enseñar a sus
futuros alumnos que la manera de pensar en procesos que involucran al infinito
es diferente a la manera en que se conciben los fenómenos finitos. Esto permite
justificar por ejemplo (a un nivel intuitivo) por qué una suma infinita de
números positivos en algunos casos es infinito y en otros es un número finito.
Lo recomendable en este caso es indicar al estudiante que la forma (intuición o
lógica) en que percibimos los procesos finitos no se puede aplicar en general
cuando se encuentra involucrado un proceso infinito.

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Módulo Camino al infinito
Este módulo, elaborado por alumnos de
estudiantes para profesores bajo la supervisión de la profesora de la
asignatura, está dirigido a los alumnos de Secundaria y Bachillerato. Parte de
una breve introducción de cómo se descubrió el infinito a lo largo de la
historia. El objetivo de esta introducción es que los alumnos puedan ver que es
natural encontrarse con el concepto de infinito. Con esta página web queremos
que el alumno se familiarice con las propiedades del infinito y vea cómo se
comporta en distintas situaciones, conozca cómo se pueden dar paradojas en las
que el resultado es sorprendente y cómo la intuición se ve engañada en estas
situaciones.
Se plantea una secuencia a través de diferentes
secciones y problemas:
Con este problema se intenta explicar de
forma practica cómo en situaciones normales nos podemos encontrar con el
infinito y así ver que no es una cosa tan abstracta como en principio a los
alumnos les puede parecer, y también ver cómo una suma en la cual los términos
a partir de un número grande se acercan mucho a cero y aun así la suma puede
ser todo lo grande que quieras. Esto sucede porque estamos sumando infinitos
términos. Después se plantea un problema en el que podemos aplicar la propiedad
de la serie armónica a la práctica.
En este problema queremos que los alumnos
vean que no siempre una suma infinita de términos positivos da como resultado
un número infinito. En este problema nos ayudamos de un sencillo gráfico para
ver el resultado.
El objetivo de estos dos problemas es
contrastar cómo se comportan las sumas infinitas de términos positivos que
disminuyen, y lo diferentes que pueden ser los resultados.
Seria útil proponer al alumno un nuevo
problema en el que se le plantee escribir analogías y diferencias entre los
problemas 1 y 2 para que el mismo alumno saque sus propias conclusiones.
El objetivo de este problema es que el alumno
vea que el infinito también puede aparecer en una figura acotada. A priori parece
impensable que en un folio se pueda dibujar una figura de perímetro infinito.
En este problema quedan otra vez de manifiesto las diversas apariciones del
infinito y la delicadeza de este concepto al que no podemos generalizar con una
definición concreta, ya que en cada caso el infinito aparece de una manera
distinta.
Con este problema damos a conocer la
geometría fractal, la cual puede resultar muy interesante y atractiva al alumno
por sus peculiares formas.
El objetivo de este problema es que el alumno
se familiarice con el concepto de infinito. Trata de mostrar que el infinito no
se ve alterado al sumarlo y multiplicarlo por números finitos, excepto cero,
pero de una manera distinta a los demás problemas. En este dejamos de trabajar
con objetos puramente matemáticos y pasamos a un campo en el que el alumno
puede visualizar más fácilmente la situación, ya que estamos trabajando con
objetos y personas, aunque en todo momento estamos manejando infinitas
habitaciones. Las soluciones son
ingeniosas y comprensibles pero no por ello obvias, así que el alumno necesita
un tiempo para pensar. La clave de este problema es justamente que el alumno
dedique tiempo a reflexionar en él.
Además de esta sección de problemas hemos
planteado dos más, una de ampliación y otra vinculada al arte.
En esta sección buscamos afianzar el concepto
para los alumnos más curiosos. Estos problemas no son fundamentales para el
trabajo, son una parte complementaria. En ella hay interesantes ejemplos y una
breve introducción a la demostración matemática. Se tratan conceptos de
inconmensurabilidad.
En esta sección vemos cómo el infinito no se
limita a aparecer en la matemática, sino que influye en desarrollo de las
técnicas artísticas del renacimiento. Este descubrimiento proporcionó a los artistas
la capacidad de pintar con perspectiva y posteriormente influyó en el
desarrollo de la geometría proyectiva, donde el infinito no es algo fijo.
5. Algunas características de “aprender a
enseñar” en la formación de futuros profesores
Señalamos brevemente algunos puntos
esenciales que han caracterizado los procesos de “aprender a enseñar” en esta
propuesta.
5.1.
La actividad matemática como base
¿Donde están las matemáticas en la
actualidad? La actividad matemática (Guzmán, 2001) se enfrenta hoy en día con
un cierto tipo de estructuras de la realidad, entendida en sentido amplio como
realidad social, física o mental. Miguel de Guzmán señalaba que la matemática
participa de muchos de los aspectos del juego, pero no es solamente juego, sino
también una ciencia, un arte intelectual creador de una belleza peculiar, uno
de los ejes fundamentales de la cultura, con un lugar muy central en ella y una
responsabilidad muy especial en su correcto desarrollo. La actividad matemática
utiliza unos recursos peculiares determinados históricamente y que incluyen:
- La propuesta y
resolución de problemas, modelos y proyectos como eje vertebrador de la acción.
- Una simbolización
adecuada, aspecto relacionado con la representación del conocimiento y los
intentos de objetivación que pretende cualquier dominio científico.
- Una manipulación o tecnificación racional
rigurosa, en el sentido de que se sigan unos
convenios aceptados por la comunidad de matemáticos de un cierto momento
histórico.
- Un dominio efectivo de la relación entre los
modelos personales e institucionales que cada uno construye y la realidad
modelada.
A través de los materiales que se han
desarrollado en la asignatura de Metodología Matemática y de los que este módulo
es una muestra, se ha
mostrado a los estudiantes que existen concepciones curriculares bajo el
enfoque de situaciones realistas que tratan de ir más allá de estas situaciones
cotidianas y avanzar hacia la matemática abstracta que subyace (De Lange, 1996;
Gravemeijer, 1994). La práctica matemática escolar consiste en buscar
regularidades, en clasificar, formalizar y simbolizar, en conjeturar,
argumentar y comprobar y
siempre aspirando a niveles más altos de la abstracción matemática.
Los contextos extra-matemáticos sirven meramente de punto de partida hacia los
conceptos y estructuras matemáticas, y no tienen valor en sí mismos.


Además, en nuestro enfoque consideramos las
matemáticas como un instrumento crítico para penetrar la así llamada “matematización
de la sociedad” (Davis, 1989; Keitel, Kotzmann, Skovsmose, 1993). La finalidad
de esta aproximación consiste en revelar las matemáticas implícitas en
tecnologías sociales, económicas y científicas, para identificar planteamiento
y consecuencias y,
sobre todo, intereses
de los modelos matemáticos. De esa manera, las matemáticas aparecen como un
instrumento de base para una reflexión crítica de nuestro entorno. Sin embargo,
no es posible tal análisis crítico sin conocimiento de los contextos y
situaciones ya matematizados, así que resulta este eje esencialmente
interdisciplinario. En las prácticas matemáticas escolares correspondientes no
existen situaciones extra-matemáticas, ya que son exactamente las tecnologías
sociales, económicas y científicas que definen nuestro entorno.
5.2.
La actividad didáctica: adaptación y cambio
Formar al estudiante para profesor en
Educación Matemática implica reconocer qué se está haciendo como actividad
didáctica en matemáticas. ¿Debemos formar en Didáctica de la Matemática como un
saber meramente práctico, una tecnología fundada y dependiente de otras
ciencias, o, por el contrario, existen problemas cuyas características
requieren un nivel de análisis teórico y metodologías propias de un verdadero
saber científico?
Planteamos itinerarios formativos para que el
estudiante para profesor vivencie las interconexiones entre diferentes dominios
de conocimiento del profesor y además pueda pensar sobre el contenido y
organización de un tema particular de un curso de Secundaria o de un curso de
un programa de formación, estableciendo un continuo diálogo entre la teoría y
la práctica.
Por ejemplo, el desarrollo de este módulo de
aprendizaje sobre intuición del infinito ha supuesto:
- Aprender matemáticas a través de exploración de
situaciones matemáticas, identificación de conceptos y aplicación.
- Desarrollar conocimiento sobre matemáticas.
- Profundizar en teorías de aprendizaje matemático; en
este caso se ha priorizado el enfoque realista y modelos de matematización.
- Comprender las dificultades del aprendizaje de sus
futuros alumnos.
- Planificar la enseñanza: los estudiantes para
profesor realizan actividades matemáticas en el nivel de sus alumnos
potenciales, reflexionando y discutiendo en pequeños grupos los resultados de
las tareas desde la perspectiva del aprendizaje de los alumnos.
A través de estos procesos y actividades para
desarrollar la secuenciación del módulo los estudiantes para profesor han ido mostrando
cierta tendencia a la aplicación de la teoría a la práctica docente, y
entendiendo que el objetivo final es desarrollar la competencia (conocimiento y
destrezas) para enseñar matemáticas.
La metodología utilizada ha sido trabajar en
grupos explorando una situación problemática planteada por la profesora para
cada grupo, facilitándole una bibliografía básica que favoreciera el
cuestionamiento y la reflexión. Después los estudiantes debían identificar conceptos,
para llegar en la siguiente fase a la aplicación y extensión de nuevas ideas y
la formulación del proceso instructivo.
6.
Conclusión
Y para terminar, queremos poner de manifiesto
la positividad de la experiencia. Se ha logrado con los estudiantes para
profesores un progreso mayor en la dimensión reflexiva, en el desarrollo de la estructura de atención y la
conciencia matemática en el aprendizaje de la misma.
Formarse en los aspectos de enseñanza en matemática es tener como eje en
las aulas no sólo el contenido matemático, sino el proceso de construcción del
conocimiento matemático; la importancia de los procesos de pensamiento
matemático, en los que los procesos de intuición son determinantes.
En el desarrollo de la disciplina de Metodología Matemática, no atribuimos
a la reflexión un carácter espontáneo o improvisado inherente al comportamiento
del futuro profesor, sino que consideramos que ha de ser objeto de atención
específico en el diseño de las tareas que se propongan. Es necesario introducir
estrategias para probar los niveles de conciencia del que aprende, así como
para estructurar las tareas, pensar sobre los conceptos y permitir a los que
aprenden extender fructíferamente simples tareas por ellos mismos. El módulo Camino hacia el infinito ha tratado de
dar respuesta a este objetivo y explorar con los estudiantes la noción de que
el aprendizaje consiste en cambios en la estructura de atención: en a qué se le
presta atención y cómo, y la manera en que esto influye en la práctica de la enseñanza
de las matemáticas.
Se trata de cultivar esa “sensibilidad adicional” para que el futuro
profesor pueda elegir la respuesta a situaciones, desarrollar ejercicios-tarea
más refinados y examinar su experiencia pasada, presente y futura.
Referencias
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nuestro es el infinito. UNO, Revista de
Didáctica de las Matemáticas, Monográfico Filosofía y Matemáticas 37, 8-24.
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Labor-MEC.
P.J. Davis (1989): Applied mathematics as social contract. En C. Keitel et al. (eds.): Mathematics, education, and society. Paris: UNESCO Series, pp.
24-28.
J. De Lange (1996): Using and applying mathematics in education. En A.J. Bishop et al.
(eds.): International handbook of Mathematics
Education. Dordrecht: Kluwer Academic Publishers, pp. 49-98.
E. Fischbein (1987): Intuition in science
and mathematics. Dordrecht: Kluwer
E. Fischbein, D. Tirosh, U. Melamed (1979): Intution of infinity. Educational Studies in Mathematics 10,
3-40.
I.M. Gómez-Chacón (2000): La intuición en matemáticas. EDUCAR, Publicación del Centro de
Capacitación y Perfeccionamiento Docente, Uruguay 3(7), 30-34.
I.M. Gómez-Chacón (2005): Metodología Matemática.
Asignatura Piloto de la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense
de Madrid.
K. Gravemeijer (1994): Developing realistic Mathematics Education. Utrecht: CD-b Press.
M. de Guzmán (1991): Para pensar mejor. Barcelona: Labor.
M. de Guzmán (1994): ¿Para qué el pensamiento
matemático en nuestra cultura? UNO, Revista
de Didáctica de las Matemáticas 1, 15-23.
M. de Guzmán (2000): Las matemáticas y estructuras
de la naturaleza. Ábaco, Revista de
Cultura y Ciencias Sociales, Monográfico Matemáticas y Vida Cotidiana, 24-45.
M. de Guzmán (2001): Tendencias innovadoras en Educación
Matemática. Sigma, Revista de Matemáticas 19, 5-25.
C. Keitel, E. Kotzmann, O. Skovsmose (1993): Beyond the tunnel vision: Analysing the relationship
between mathematics, technology and society. En C. Keitel, K. Ruthven
(eds.): Learning from computers:
Mathematics Education and technology. Berlín: Springer Verlag, pp. 243-279.

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Sobre la autora
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La Dra. Inés
Mª. Gómez-Chacón es profesora de Educación Matemática en la Facultad de
Matemáticas de la Universidad Complutense de Madrid. Coordina e imparte de
modo regular cursos de actualización y de postgrado dirigidos al profesorado
de matemáticas. Sus líneas de investigación son: Afecto y Pensamiento Matemático,
y Tecnología y Matemáticas. Ha publicado materiales didácticos y obras de educación
matemática, así como capítulos en varios libros
colectivos y artículos en revistas internacionales. En la actualidad pertenece al Comité Editorial de Matematicalia.
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