Entrevista :: Ignacio Fernández Bayo
Recibido: lunes, 13 noviembre 2006
Entrevista
::
“Los
matemáticos deben ser conscientes de la importancia de tender puentes con la
sociedad”
Ignacio
Fernández Bayo, vicepresidente de la
Asociación Española de Comunicación Científica (antes Asociación Española de
Periodismo Científico) ha sido, junto con Mónica G. Salomone, responsable de
comunicación del Congreso Internacional de Matemáticos ICM2006 celebrado
recientemente en Madrid. Anteriormente, en 2000, fue asesor del Comité Español del Año Mundial de las
Matemáticas para la difusión de los actos que se organizaron con motivo de esta
celebración.
Edith Padrón
Departamento de Matemática
Fundamental
Universidad de La Laguna
e-mail:
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página web: http://www.gt.matfun.ull.es/GRUPO/edith.htm
Nacido en Madrid en
1953, es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad
Complutense de Madrid. Desde 1980 se dedica al periodismo científico y
ambiental, trabajando en sus inicios
como redactor jefe en la revista Ciencia
y Pensamiento. Ha sido colaborador de El
País, Diario 16 y de las revistas
Conocer, el semanario El Globo, El Nuevo de la Ciencia y la Tecnología, Manifiesto, Estratos, Técnica Industrial y Química e Industria. Ha recibido
diversos premios como reconocimiento de su labor divulgativa: el Premio Nacional de Periodismo Científico
del CSIC (1989), el Premio de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid (1993),
el Premio Enresa de periodismo (1994) y el Premio Casa de las Ciencias de Divulgación
(1996). Es autor o coautor de diversos libros: La voz de la Gioconda, El futuro que viene, CSN: una historia de 20 años, Enchúfate a la energía, Misión verde: salva tu planeta, La generación de la Ley de la Ciencia y Breve manual de oncología para informadores
de la salud. En la actualidad trabaja en la redacción de algunos libros que
abordan temas tan variados como los premios Nobel de ciencia, la energía solar
y la fusión nuclear o la historia de la
empresa Tecnatom. Ha realizado los guiones de una serie documental de trece
programas de televisión para la productora New Atlantis, dedicados a explicar
los retos científicos del siglo que acaba de empezar y que se emitieron
inicialmente en 2003 en TVE-2, después en el programa Atlantia de TVE-1 (2004), y nuevamente en la 2 en 2005. Siete de
ellos fueron editados en formato DVD por la revista Muy Interesante. Actualmente prepara un documental sobre prevención
del cáncer para el CIC.
En el
año 2000 creó, junto con Antonio Calvo Roy, la empresa Divulga SL, dedicada a
actividades de difusión de la ciencia y el medio ambiente, de la que es
director. Desde esta plataforma empresarial, Ignacio Fernández Bayo ha dirigido
el gabinete de comunicación del ICM2006 durante este último año.
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Ignacio Fernández Bayo
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ICM2006 Daily News
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¿En qué consistía tu
labor en la organización del ICM?
En planificar y llevar a cabo un
plan de comunicación previa, que se extendió durante seis meses y en poner en
marcha el gabinete de prensa del propio congreso.
¿Cuántas personas trabajaron durante el ICM en el
gabinete de comunicación que tú dirigías?
Durante la etapa previa trabajamos
cinco personas en total: Mónica Salomone, que compartió la dirección de todo el
proceso conmigo, Pablo Francescutti, Clemente Álvarez y Laura Sánchez. El equipo
que cubrió el propio ICM fue semejante, pero con las bajas de Pablo y Clemente
y las incorporaciones de Sherezade Álvarez, Isabel Gómez, Abelardo Sánchez,
Pilar Gil y Concha Muro, además de tres jóvenes matemáticos voluntarios,
Roberto, Mario y Álvaro.
¿Habías tenido
alguna experiencia previa con algún evento de este tipo?
He llevado la comunicación de unos
cuantos eventos e instituciones. Entre otras cosas, como algo más próximo a
vosotros, asesoré al comité organizador de los actos del Año Mundial de las
Matemáticas, en el 2000. Creo que precisamente por eso me llamó Manuel de León
para poner en marcha el tema de la comunicación.
¿Cuáles eran tus ideas previas sobre el mundo de
las matemáticas?
No creo que tuviese ideas
preconcebidas diferentes a las que pueda tener ahora. Imagino que esta pregunta
presupone que no tenía mucha idea de lo que era este mundo. Llevo en la
divulgación científica desde 1980 y he tratado temas de matemáticas con cierta
(poca, claro está) frecuencia. Además, llevo desde 1993 haciendo las
curiosidades que acompañan a cada lección de los libros de texto de ESO y
bachillerato de la Editorial SM y me ha tocado buscar y escribir cientos
(quizás miles; hace tiempo que perdí la cuenta) de noticias, aplicaciones y
curiosidades matemáticas, adecuadas a cada tema que estudian los alumnos.
¿Qué fue lo más complicado de tu trabajo durante el
ICM? ¿Y qué lo más gratificante?
Lo más complicado es imaginar
fórmulas para atraer la atención de mis colegas, los periodistas, pero para eso
sirve la experiencia propia: sé qué cosas pueden funcionar y qué cosas no,
aunque con frecuencia te llevas sorpresas. Durante el Congreso, la avalancha de
medios y periodistas nos exigió un esfuerzo adicional, sobre todo a mis
compañeros, ya que yo no estuve durante todo el periodo del ICM.
Lo más gratificante fue ver la
respuesta abrumadora que conseguimos durante el propio Congreso.
¿Quedaste satisfecho con la labor de comunicación
que realizaste para el ICM?
Sí, pero no fue una labor mía sino
del equipo, que trabajó duro y aguantó el chaparrón perfectamente.
Después de esta experiencia, si tuvieras que contarle a un amigo qué hacen
los matemáticos, ¿qué le dirías?
Lo mismo que antes de esta
experiencia, por lo que ya te he dicho, que su trabajo es aplicar la lógica a
todo tipo de procesos y que construyen el cimiento y la estructura de casi
cualquier otra actividad humana.
Supongo que conocerías a los matemáticos a quienes
se les ha otorgado las Medallas Fields este año. ¿Qué te sorprendió de ellos?
Me llamó la atención el aire de
inocencia que transmitían, especialmente Tao y Okounkov. Resultaba difícil
imaginarlos resolviendo las más complejas cuestiones de la matemática actual.
¿Son los medios de comunicación receptivos a
noticias relacionadas con las matemáticas?
Pueden serlo en mayor medida de la
que estamos acostumbrados, pero siempre será problemático conseguir una amplia
repercusión. En esta ocasión se han confabulado diversas circunstancias que han
ayudado enormemente: el rechazo de Perelman, la presencia del Rey en la
ceremonia de apertura, la escasez informativa de agosto y el hecho mismo de
que, precisamente, las matemáticas no suelen ser objeto de atención mediática y
resultaba llamativo y curioso hablar de ellas aprovechando que había 4.000
“locos” discutiendo de números en plena canícula madrileña.
No son habituales noticias relacionadas
directamente con las matemáticas en los diferentes medios de comunicación
(televisión, radio, prensa). Sin embargo, en los meses previos y durante la
celebración del ICM, estos mismos medios recogieron numerosas informaciones
relacionadas con ellas. ¿Fue difícil conseguir que los medios de comunicación
se hicieran eco de estas noticias?
Sí y no. Es relativamente fácil
“venderles” alguna cosa si conoces cómo funciona el esquema decisorio de una
redacción y lo que un periodista puede considerar noticiable. La clave está en
adecuar los contenidos al nivel y entorno del periodista, porque es mucho más
difícil, casi imposible, pretender lo contrario: acercar al periodista a la
comprensión de las matemáticas tal cual. Pese a todo, resulta arduo lograr
colocar las cosas, porque el mundo de la comunicación es darwinista, hay muy
poco espacio (o tiempo en radio y televisión) y mucha, muchísima, oferta informativa.
La competencia es feroz y aunque hagas las cosas bien y se las presentes al
periodista de forma interesante y comprensible no siempre el propio redactor va
a encontrar hueco para ella, incluso aunque te “compre” el tema.
¿Es difícil
hablar con un matemático acerca de matemáticas, sin ser experto?
No, salvo que él quiera hacerlo
difícil. Mi formación de letras no me impidió en su día ir penetrando,
lentamente, eso sí, en todas las áreas de la ciencia, y después de más de un
cuarto de siglo dedicado a ello no creo que tenga problema en entender a un
científico de cualquier rama; salvo que él se lo proponga, claro.
Una vez pasado el ICM, y con esta experiencia
previa, ¿qué trabajo crees que debemos realizar los matemáticos para conseguir
que este acercamiento a los medios de comunicación no sea esporádico?
Básicamente dos cosas: ser
conscientes de la importancia de tender puentes con la sociedad, manteniendo
actividades divulgativas y de contacto con los medios, y disponer de un equipo
de intermediarios adecuado, que tengan claros los mecanismos de la
comunicación, que pongan en marcha formas activas de enlace con los medios y
que tengan un contacto permanente con vosotros.
¿Piensas que los medios de comunicación deberían
contar con asesores científicos que revisaran las informaciones relacionadas
con diferentes aspectos de la ciencia?

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Gabinete de comunicación del ICM2006
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No. La experiencia muestra que,
salvo excepciones, eso supone introducir un elemento más de distorsión. En la
esencia de la comunicación está el hecho de que la fuente no controle al
intermediario. Hay que tratar de conseguir, eso sí, que haya una presencia más
amplia de periodistas especializados en los medios; objetivo que debería ser
una exigencia cuando se trata de medios públicos. Pero hay que tener en cuenta
que el periodista científico no sale de la facultad así, ya formado, sino que
se va haciendo poco a poco y cuesta muchos años. Con frecuencia, mis colegas
especializados proceden de carreras científicas, algo que no creo que haya sido
determinante para que trabajen mejor o peor. También los hay que proceden de
periodismo puro, sociología y otras carreras y son buenos profesionales. Lo que
sí tiene todo periodista científico son los contactos adecuados para valorar
cada noticia, pedir una explicación o comprobar un dato, pero eso no es algo
institucionalizado sino que nace de la práctica profesional y que requiere una complicidad entre ambas partes. Imagino que el loable objetivo de la propuesta es que se cometan menos errores. Es cierto que los cometemos (menos de los que se suele decir, especialmente cuando se trata de un periodista especializado), pero es el precio a pagar para que una tutela que en principio podría plantearse como meramente destinada a evitar el error no se convierta en un control de la información. Lo que es comprensible en otros ámbitos (¿deberían los partidos controlar la información que se refiere a ellos?, ¿los escritores o los artistas las críticas que aparecen en los medios?, ¿los entrenadores las crónicas del partido?...) es igualmente adecuado en el ámbito científico, aunque a los propios protagonistas, vosotros, os resulte difícil de aceptar. La ciencia no es sólo un resultado experimental, un teorema, una hipótesis, una observación... es una actividad humana repleta de otras circunstancias,
personales, laborales, competitivas... y está inmersa en el conjunto de actividades sociales, y eso no es tan objetivo como pueda parecer. Entre los científicos se producen controversias y con frecuencia hay hipótesis contrapuestas e intereses de unos u otros por favorecer su visión del problema.
Eso es muy frecuente en materias de biomedicina, algo menos en física y en
química y quizás aún menos habitual en matemáticas, pero cabe recordar, por
ejemplo, el artículo del New Yorker
sobre la conjetura de Poincaré para entender que incluso en este campo hay
diferentes formas de entender lo que está ocurriendo, y el periodismo es
contarlo no como les gustaría a los protagonistas (en este caso, además, es
evidente que discreparían entre sí), sino como lo ve el periodista (doy por
supuesto que es un observador objetivo y con suficiente conocimiento, lo cual,
ciertamente, no siempre se cumple). En definitiva, por no extenderme demasiado,
los científicos sois fuentes informativas y los periodistas somos mensajeros,
pero no vuestros sino enviados por la sociedad. Nos dedicamos a “ver” lo que
ocurre en el mundo de la ciencia e intentar entender lo que unos u otros opinan
de cada cuestión para luego contárselo al público, pero no necesariamente lo
que contemos va a ser lo que a vosotros os parezca interesante o adecuado, y en
esa tarea nos podemos equivocar, desde luego, y hay que procurar que sea lo
menos posible, pero no bajo la supervisión de las fuentes. Esto al menos es la
teoría, luego la práctica varía enormemente de un medio (y de un periodista) a
otro. En cualquier caso, eso no significa que un científico no pueda acceder al
mundo de la comunicación y convertirse en periodista, pero debe tener claro que
eso exige cambiar de campo de juego, someterse a otros criterios. En fin, es un
tema del que he discutido muchísimo y del que podría estar hablando horas, y sé
que muchos no compartiréis esta visión, pero es lo que hay, lo contrario es
inviable (tal como se entienden y tal como trabajan los medios) y dirigista.

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Sobre la autora
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Edith Padrón Fernández es profesora titular de la Universidad de La Laguna (ULL), del área de
Geometría y Topología. Nacida en Tenerife, en 1963, se licenció (1986) y
doctoró (1991) por dicha Universidad. Su tema central de
investigación se encuadra en el ámbito de la Geometría y Topología Diferencial,
incluyendo aplicaciones a la Física Matemática. Ha
participado en varias actividades
relacionadas con la divulgación dentro de los
cursos interuniversitarios Sociedad, Ciencia, Tecnología y Matemáticas en la ULL. Actualmente preside la Comisión de Mujeres y Matemáticas de la
Real Sociedad Matemática Española y pertenece al Comité Editorial de Matematicalia.
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