Recibido: martes, 16 mayo 2006; revisado: jueves, 01 junio 2006
Kurt
Gödel, 1906-1978
Capi Corrales Rodrigáñez
Departamento de Álgebra
Universidad Complutense de Madrid
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K. Gödel
(i) con A. Einstein en Princeton en 1950.
¿Quién de nosotros no quisiera levantar el velo tras el que
se oculta el futuro?
Con esta frase inició David
Hilbert su exposición en el II Congreso Internacional de Matemáticos que se
celebró en París en 1900, en la que planteó una serie
de conjeturas y problemas que, en su opinión, podrían convertirse en las metas de
la investigación matemática del siglo que comenzaba.
La comunidad matemática
aceptó de inmediato los problemas de Hilbert, cuya lista de 23 se convirtió enseguida en un verdadero objeto de culto
y uno de los grandes retos de la disciplina a lo largo del siglo XX. Su impacto
en el devenir de la matemática desde 1900 ha sido enorme, tanto en el contenido
de los problemas que se han investigado, como en la forma y rigor que ha ido
adquiriendo la disciplina.
Acerquémonos a una
biblioteca de matemáticas, tomemos uno cualquiera de los textos que cuentan la
historia de los veintitrés problemas propuestos por Hilbert (El reto de Hilbert de Jeremy Gray [Gr], por ejemplo), y comencemos a leer la
descripción del enunciado y situación actual de cada uno de ellos.
Problema
1.
La hipótesis del continuo (esto es, no existe un conjunto cuyo cardinal esté
estrictamente entre el de los números naturales y el de los números reales).
Resuelto. En 1938,
Kurt Gödel demostró que la hipótesis del continuo es consistente con los
axiomas usuales de la teoría de conjuntos (Zermelo-Fraenkel). En 1963, Paul
Cohen (Medalla Fields 1966), demostró que su negación también es consistente
con ellos.
Problema
2. ¿Son consistentes los axiomas de la aritmética? (esto es, ¿es
la aritmética un sistema formal que no demuestra contradicciones?).
Resuelto. Kurt Gödel
demostró en 1931 que ninguna teoría del tipo de la aritmética puede probar
su propia consistencia. Para demostrarla se requerirían los medios de una
teoría más poderosa, cuya consistencia resulta por tanto más dudosa. Además,
tal y cómo se formula habitualmente, la aritmética es incompleta e indecidible.
Un mismo nombre, Kurt Gödel, aparece relacionado con
los dos primeros problemas, y se trata de un caso único, no vuelve a ocurrir.
Curiosamente, el 28 de abril de este año 2006 se cumplieron cien años del
nacimiento de este matemático (1906-1978), el lógico matemático más grande de
todos los tiempos. Un siglo, pues, hace que nació quien que respondió a las dos
primeras cuestiones de la lista con que la comunidad matemática inició el
pasado siglo, precisamente durante un Congreso Internacional como el que se
celebrará el próximo agosto en Madrid.
La ocasión es demasiado especial para
dejarla pasar, y la Universidad Complutense, en colaboración con la Real
Sociedad Matemática Española y el Comité Organizador del ICM2006, ha decidido
rendir homenaje a Gödel y traerlo a Madrid. Desde el 22 de agosto, día en que
comienza el Congreso, hasta el 8 de septiembre, mostrará en la Sala de
Exposiciones de su Parque Botánico la exposición con que la Universidad de
Viena inauguró el 26 de abril de 2006 un congreso especial dedicado a celebrar
el centenario del insigne matemático. Los comisarios
de la muestra, Karl Sigmund y John Dawson, responsables de la catalogación de todos los materiales, fotografías y
documentos que sobre Gödel se conservan, nos ofrecen una de las visiones más
completas de su trayectoria que hasta ahora se haya podido presentar. Recogidos
en veinte paneles, podremos contemplar reproducciones de la mayor parte de estos materiales, así como
descripciones precisas de los aspectos más significativos de su vida personal y
profesional.
Kurt Gödel nació el 28 de
de abril de 1906 en Brünn, Moravia, parte del Imperio Astrohúngaro (ahora Brno,
en la República Checa), en el seno de una familia acomodada. Ingresó en la
Universidad de Viena en 1924 con la intención de estudiar física teórica.
Asistió a las reuniones de lo que más tarde fue conocido como el Círculo de
Viena un
grupo de matemáticos y filósofos, entre los que estaban Schlick y Carnap, que fundó la escuela filosófica conocida como
Positivismo Lógico.
Hacia 1926, y debido a las clases de teoría de números de Philip
Furtwängler tío
del director de orquesta
empezaron a interesarle más las matemáticas que la física, especialmente la
teoría de números y la lógica matemática, y se doctoró en Matemáticas en 1930
tras haber escrito una tesis bajo la dirección de H. Hahn, un notable matemático
del Círculo de Viena. Desde 1938 fue
miembro permanente del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton. Llegó a
ser gran amigo de Einstein, y discutieron juntos los aspectos filosóficos y
matemáticos de la Teoría General de la Relatividad. Gödel trabajó en las
ecuaciones del campo gravitatorio, encontrando soluciones sorprendentes en las
que el tiempo es cíclico. También se dedicó al estudio de las implicaciones
filosóficas del concepto de tiempo en la Relatividad General.




Al acabar su tesis,
Gödel se concentró en intentar resolver
el segundo problema de Hilbert (dentro del Programa
de Hilbert) y llevó a cabo su trabajo más famoso, Über formal unentscheidbare Sätze der Principia Mathematica und
verwandter Systeme (Sobre proposiciones formalmente indecidibles en “Principia Mathematica” y sistemas
afines). Publicado en Viena, Austria, en 1931, este trabajo marcó un hito en la
historia de la lógica y de las matemáticas. Los Principia Mathematica que Gödel menciona en el título de su
artículo, son tres volúmenes publicados entre 1910 y 1913 que recogen el
monumental trabajo llevado a cabo por Alfred North Whitehead y Bertrand Russell
sobre la lógica matemática y los fundamentos de las matemáticas. Whitehead y
Russell, como sus contemporáneos logicistas, creían posible fundamentar
sólidamente todas las matemáticas a partir de un conjunto adecuado de axiomas
lógicos iniciales.
En geometría (la de
Euclides, por ejemplo) las proposiciones no se aceptan como verdaderas por
estar de acuerdo con la observación como
ocurre en las ciencias experimentales,
sino que se deducen, mediante una cadena de razonamientos, a partir de unas
proposiciones iniciales (axiomas o postulados) que de partida se aceptan
como verdaderas. Esta manera de hacer, conocida como el método axiomático, fue descubierta por los antiguos griegos, que
la utilizaron precisamente para llevar a cabo un desarrollo sistemático de la
geometría. Y aunque hasta la época moderna la geometría era la única disciplina
que contaba con una base axiomática adecuada, el método axiomático ha sido
considerado durante cerca de dos mil años como el método científico por
excelencia.

Kurt Gödel
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A lo largo del siglo
diecinueve y principios del veinte, el método axiomático fue adquiriendo
renovada fuerza, y tanto ramas nuevas como tradicionales de las matemáticas (la
aritmética de los números enteros o reales, por ejemplo) fueron provistas de lo
que parecían ser conjuntos de axiomas adecuados. Se creó así un estado de
opinión generalizada que llevó a la comunidad matemática a aceptar tácitamente
que sería posible ir construyendo sistemas axiomáticos cada vez más fuertes
hasta llegar a incluir toda la matemática. El propio Russell refleja esta
creencia en el prefacio a Los principios
de la matemática [Ru,
p. 19], la obra en que, entre 1900 y 1903, inicia la tarea que él mismo y
Whitehead habrían de retomar en los Principia de 1910:
El presente trabajo tiene
dos propósitos esenciales. Uno de ellos la demostración de que toda la
matemática pura trabaja exclusivamente con conceptos definibles en función de
un número muy pequeño de conceptos lógicos fundamentales. El otro objeto de
este libro es la explicación de los conceptos fundamentales que la matemática
acepta como indefinibles.
Dos ejemplos de los
sistemas construidos en aquellos años son el sistema PM de Russell y Whitehead,
y el ZF para la teoría de conjuntos de Zermelo y Fraenkel.
El trabajo de Gödel
demostró que es imposible dar un sistema axiomático a partir del cual se puedan
conseguir todas las verdades matemáticas: el método axiomático posee ciertas
limitaciones intrínsecas como consecuencia de las cuales ni tan siquiera la
aritmética elemental de los números naturales puede llegar a ser completamente
axiomatizada. Y no sólo eso. Gödel también demostró que es imposible establecer
la consistencia lógica interna de una gran clase de sistemas deductivos entre
los que se encuentra la aritmética elemental, la teoría de conjuntos y los
sistemas ZF y PM ya mencionados
a menos que se adopten principios de razonamiento tan potentes que su propia
consistencia interna resulte más dudosa que la de aquellos sistemas deductivos.


Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio, dijo
Albert Einstein, sin saber que con ello
daba cuenta del enorme genio que era su amigo. Los trabajos de Gödel tiraron
por tierra prejuicios y creencias de la comunidad matemática, introdujeron
técnicas nuevas de análisis y plantearon nuevas preguntas y nuevos problemas
sobre los que trabajar. Contar con una muestra de su hacer que nos lo acerque
como ejemplo e inspiración durante el congreso del próximo agosto es una
suerte.
Reconocimientos
Agradezco
a José Ferreirós de la Universidad de Sevilla y José Ruiz de la Universidad Complutense de Madrid, sus correcciones y comentarios a versiones
preliminares de este texto.
Referencias
[Gr] J. Gray: Hilbert's challenge. Oxford University Press, 2000. [Traducción
al castellano: El reto de Hilbert.
Crítica, 2003].
[Ru] B. Russell: The Principles of Mathematics, 1903. [Traducción al
castellano: Los principios de la
matemática. Espasa-Calpe, 1948].
Karl Sigmund es
un matemático austríaco que combina la investigación en biomatemáticas fue
uno de los ponentes principales durante el ICM98 celebrado en Berlín y en historia de las matemáticas como
experto en el Círculo de Viena, organizó la exposición sobre matemáticos vieneses
celebrada en 2001.
Publica regularmente en el Mathematical
Intelligencer, y catalogó las cartas de Gödel a su madre. John Dawson es un
matemático estadounidense que combina la investigación en lógica y en historia
de la ciencia. Ha sido el biógrafo de
K. Gödel y co-editor de sus obras completas. Entre 1982 y 1984 llevó a cabo
una catalogación completa de todo el material relacionado con Gödel que se
conserva.

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Sobre
la autora
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Capi Corrales Rodrigáñez es profesora titular del Departamento de
Álgebra de la Universidad Complutense de Madrid. Defendió su tesis en la
teoría de los números algebraicos en la Universidad de Michigan (EEUU) en 1986. En la actualidad combina
sus investigaciones en teoría de números con la divulgación de las
matemáticas contemporáneas, especialmente a través de su relación con el arte
en general y la pintura en particular. Es coordinadora de la exposición conmemorativa del centenario del nacimiento de Kurt Gödel que se exhibirá en la Sala de Exposiciones del Parque Botánico de la Universidad Complutense de Madrid desde el 22 de agosto al 8 de septiembre, en colaboración con la Real Sociedad Matemática Española y el Comité Organizador del ICM2006.
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