Sus novelas están pobladas de personajes relacionados con las
matemáticas.
Acerca
de Roderer está protagonizada por dos estudiantes de colegio secundario y al
final uno de ellos se inclina por estudiar matemáticas, pero no es
fundamental en la trama. La matemática en esta novela no juega un papel
importante.
Pero sí en Los crímenes de Oxford.
Sí, ahí sí.
¿Qué hay de autobiográfico
en sus novelas?
Hay algunos elementos
autobiográficos pero siempre aparecen muy distorsionados, es decir, tendrán
quizá su origen en alguna persona que conocí, pero siempre aparecen mezclados
con otros elementos.
¿Cómo ha influido su formación matemática en su creación literaria?
Quizás en un pequeño experimento
formal, que es intentar que mis novelas puedan leerse como cuentos, en lo que
se refiere a cierto rigor para evitar digresiones, ciertos cuidados en el
estilo para que la prosa sea lo más transparente posible. En fin, creo que
hay ciertos elementos que hacen que mis novelas se puedan leer casi como
cuentos y eso está asociado a una estética de tipo matemático.
La lógica, la búsqueda del conocimiento son temas recurrentes en sus
obras, y, en principio, también relacionados con su formación.
Sí, en algunos de mis libros
aparecen personajes que son matemáticos y que discuten de temas que tienen
que ver con el conocimiento, en general, la filosofía o la posible aplicación
del pensamiento matemático en ciertas esferas.
¿Ha habido también un trasvase en el otro sentido, desde la literatura
hacia su comprensión de las matemáticas?
No, hacia el otro lado no. No creo
que sea tan fácil llevar el pensamiento literario dentro de la matemática.
Si tuviera que dejar alguna de las dos facetas, ¿cuál abandonaría?
La matemática.
¿Por qué?
Porque los resultados matemáticos
que he obtenido a lo largo de mi vida no me parecen tan satisfactorios en lo
personal como las novelas o cuentos que he escrito.
De hecho, escribe desde muy joven.
Claro, por eso digo que la
matemática fue casi un accidente en mi vida. La literatura estuvo, en cambio,
siempre.
¿Por qué optó por una carrera matemática en lugar de otra titulación
relacionada con la literatura o el lenguaje?
Porque la matemática me pareció
mucho más interesante para estudiar. Lo explico en Acerca de Roderer. La matemática es un campo en donde la
inteligencia ha llegado a encontrarse a solas con sí misma y procede sin
ataduras y con niveles de profundidad. Me parece fascinante la manera en que
se razona dentro de la matemática, mucho más arriesgada y profunda que en
cualquier otra área.
Próximamente también publicará en España el libro Borges y la matemática.
Sí, pero todavía no tengo una
fecha clara.
Explíquenos la relación de Borges con las matemáticas.
Hay muchos elementos de matemática
a lo largo de la obra de Borges, y también en algunas predilecciones de
estilo, y en la manera en que razona sobre literatura.
¿Es el escritor que
más le ha influido?
No sé si es el que más me ha
influido, pero sin duda es un escritor al que he leído mucho y del que
permanentemente hay alguna resonancia en mi obra.
Esa relación
matemática y literatura que percibe en la obra de Borges ¿la ha encontrado en
otros escritores?
En Lewis Carroll, Raymond Queneau,
el poeta chileno Nicanor Parra era matemático? No hay demasiados, pero
tampoco son tan excepcionales las relaciones entre matemática y literatura.
Aún así, sorprende.
Bueno, yo siempre me he
considerado un escritor que por accidente ha seguido la profesión de
matemática, como hubiera podido ser nadador o desempeñar cualquier otra
actividad. Por lo menos en Argentina los matemáticos suelen tener intereses
muy diversos además de la matemática. Es muy frecuente que les guste un
instrumento musical, la lectura, que sean actores vocacionales. Es muy raro
encontrar un matemático que únicamente se dedique a la matemática.
Quizá la sorpresa se
deba a la creciente tendencia a encasillar a las personas en un campo u otro.
Por supuesto.
Ha escrito cuentos,
novelas, ensayos. ¿En qué género se siente más cómodo?
En la novela corta quizá.
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