Recibido: jueves, 25 agosto 2005; aceptado: miércoles, 14 septiembre 2005
Por un puñado de perlas
Juan
Francisco Guirado Granados
Departamento de Matemáticas
IES Carmen de Burgos (Huércal de
Almería)
e-mail:
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Coronel Mortimer: ¿Algún problema, muchacho?
El Manco: Ninguno. Es que no me salían las cuentas.
FINAL DE LA MUERTE
TENÍA UN PRECIO
Odio las
sumas... si se hace una suma de arriba abajo y luego de abajo arriba, el
resultado es siempre distinto.
MADAME LA TOUCHE
Qué difícil es hacer cuentas. Hasta con las más simples,
de vez en cuando nos equivocamos. Fallar haciendo una suma o una resta no es
nuevo; lleva muchos siglos entre nosotros esta condena, y al paso que vamos
cada vez será más complicado hacer “cálculos de cabeza”. Con el paso de los años,
la humanidad ha ido desarrollando métodos para calcular de forma fiable y
rápida. Algunos métodos han tenido más éxito que otros; es más, algunos aún
persisten después de muchísimos años, y otros han desaparecido de la sociedad y
sólo quedan en algunos libros. La habilidad para no equivocarse mucho haciendo
cálculos nos puede sacar de más de un apuro en nuestra vida cotidiana, ya sea
cuando realizamos la compra en unos grandes almacenes, jugando una partida de
cartas o calculando el descuento en alguna oferta.

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Figura 1. En el hipermercado.
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Las cuentas
cotidianas
Que los números están presentes en casi todas
nuestras actividades diarias es una verdad como un templo: el que no quiera
admitirlo, peor para él. Ya que tenemos que convivir con ellos, lo mejor es
saber cómo son, su comportamiento, su transformación, sus reglas y sus
problemas. Pongámonos en la siguiente situación: sábado por la tarde, centro comercial
y tenemos que realizar la compra semanal. Cada persona tiene su propia
estrategia para hacer la cuenta de lo que lleva gastado al ir echando productos
en el carrito de la compra. Las estrategias para ir sumando los precios de los
productos con más o menos exactitud varían de una persona a otra. Veamos dos
métodos para llevar las cuentas que aparecen en el libro Cómo mojar una galleta: la ciencia en la vida cotidiana, de Len
Fisher.
LISTA DE LA
COMPRA
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Zumo de
Naranja.........................................
Limones.......................................................
Zumo de
Naranja.........................................
Whisky
Escocés...........................................
Leche...........................................................
Limpiador Baño...........................................
Jamón
Ahumado..........................................
Guisantes.....................................................
Embutido.....................................................
Bacon...........................................................
Carne
Guisada..............................................
Filete
Pierna.................................................
Medio
Pollo.................................................
Mantequilla..................................................
Salchicha......................................................
Nescafé........................................................
Bolsas
Filtro.................................................
Sultanas............................................
PCH Chutney.......................................
Azúcar..........................................................
Ibuprofeno...................................................
Ibuprofeno...................................................
Analgésico...................................................
Nata
Spray....................................................
Talco............................................................
Pan de
Molde...............................................
Matamoscas.................................................
Patatas..........................................................
Huevos.........................................................
Plátanos........................................................
Champiñones...............................................
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1,59
0,99
1,59
7,49
0,49
1,09
1,45
0,88
1,69
1,87
1,13
1,99
2,99
0,49
0,79
2,49
0,75
0,89
0,99
0,85
1,99
1,99
0,85
1,35
1,79
0,59
1,49
0,62
0,73
1,04
0,67
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TOTAL
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45,60
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Tabla
1. Lista de la compra.
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Consideremos la lista de la compra que se muestra en
la Tabla 1. El primer método, el
del profesor Fisher, consiste, más o menos, en sumar la parte entera de todos
los precios de los productos y luego dos tercios del número total de productos;
en este caso son 25 más dos tercios de 31, que es el número de productos: en
total, 45,66.
El segundo método, el de su mujer, y el más utilizado
comúnmente, es el de cuadrar el precio al alza o a la baja según termine entre
01 y 49 -a la baja- y 50 y 99 -al alza-. De esta forma la cuenta saldría 46.
Como se puede apreciar, para emplear cualquiera de los dos métodos necesitamos
tener cierta agilidad mental para sumar e ir acumulando cálculos, no muy
grandes; pero sí debemos tener cuidado, ya que al ir acumulando cifras, podemos
llevarnos un pequeño susto con la cajera.
Ocurre más o menos lo mismo con la conversión de
euros a pesetas y viceversa. Si no somos muy finos en nuestros cálculos, el
resultado final puede que no sea exactamente el esperado. La regla de que 6 euros
son 1.000 pesetas puede llevarnos, moviéndonos con números grandes, a tener que
ajustar un poco las cuentas al final. Si 6 euros son 1.000 pesetas, 6.000 euros
son 1.000.000 de pesetas, y 6.000.000 de euros son 1.000.000.000 de pesetas; pero no es
cierto: 6 euros son 998,32 pesetas, 6.000 euros son 998.316 pesetas, y
6.000.000 de euros son 998.316.000 pesetas, cantidad algo alejada de la que
tenemos en mente.
Aritmética hindú

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Figura 2. Ábaco y calculadora.
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Con los años, el hombre ha ido desarrollando
algoritmos para poder calcular mejor. En la actualidad, quitando algunas zonas
de Asia que todavía utilizan el ábaco en muchas operaciones, todos nos fiamos
de lo que nos pone en la calculadora o el ordenador personal cuando realizamos
una serie de cálculos. ¡Qué mala impresión nos produciría un empleado de banca que
realizara los cálculos de nuestra hipoteca con papel y lápiz! Pero todavía
quedan formas de realizar cuentas algo pintorescas, extrañas y bellas, como la
forma que tenían de multiplicar los hindúes hace muchos siglos.
A partir del siglo V, los aritméticos hindúes
realizaron sus multiplicaciones de la siguiente forma que voy a describir. Se
trata del procedimiento llamado “por cuadrículas” (o también “por cuadro”). Después lo utilizaron los
árabes y ellos lo introdujeron en Europa, donde se le dio el nombre de per
gelosía (“por celosía”). Su disposición es bastante singular, aunque el
resultado final se obtenga, al igual que en nuestra técnica actual, añadiendo
dos a dos los productos de las diferentes cifras del multiplicando y del
multiplicador.
Supongamos que tenemos que multiplicar 6.538 por 547.
Al tener el multiplicando 4 cifras y el multiplicador 3, dibujamos un cuadro
rectangular con 4 columnas y 3 filas. Encima del cuadro, y de izquierda a
derecha, anotamos las cifras 6, 5, 3 y 8 del multiplicando; a la izquierda
apuntamos las cifras 5, 4 y 7 del multiplicador, pero esta vez de abajo a
arriba (Figura 3).
Luego, dividimos cada casilla del cuadro en dos
mitades trazando una diagonal que une su vértice superior izquierdo con su
vértice inferior derecho (Figura 4).
A continuación, en cada casilla inscribimos el producto de las dos cifras que
encabezan la fila y la columna correspondiente. Este producto es, por
supuesto, inferior a 100: escribimos la cifra de sus decenas en la mitad
inferior izquierda de la casilla y la de sus unidades en la mitad superior derecha
de la casilla. Y si faltara alguno de estos órdenes de unidades, bastaría
entonces con colocar un cero en la mitad correspondiente de la casilla.
En el primer cuadrado arriba, y a la derecha,
escribimos el resultado de la multiplicación de 8 por 7, o sea 56, colocando el
5 en la mitad izquierda de la casilla y el 6 en la mitad derecha. Y así
sucesivamente.
Fuera
del rectángulo, sumamos las cifras de cada diagonal, empezando por la formada
por la cifra 6, arriba y a la derecha del cuadro (Figura 5). Luego procedemos en diagonal, de derecha a
izquierda y de arriba abajo. Si fuese necesario, llevamos el sobrante de una
diagonal a la siguiente y conseguimos así, de una en una, fuera del cuadro,
todas las cifras del producto final. Resultado que se lee claramente de
izquierda a derecha. O sea, en este caso 3.576.286.
Una
forma estupenda de multiplicar, muy visual, pero en los tiempos que corren lo
mejor es que sea directa, fiable y simple. La forma en que se nos enseñó en la
escuela desde pequeños a sumar, restar, multiplicar y dividir ha sido el fruto
de muchos años de esfuerzo y trabajo por parte de la Humanidad para poder dotar
a la sociedad de unas herramientas con las que desenvolverse con los mínimos
problemas posibles ante el innumerable conjunto de situaciones que van
surgiendo todos los días y que tenemos que saber solventar como sea.

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Figura 6. Alberto Coto.
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Alberto Coto
Según el calculista Alberto Coto, Record Guinness de
Cálculo Mental, su forma de sumar y multiplicar, que no es exactamente a la que
todos estamos acostumbrados, es bastante mejor que la que usamos diariamente
para nuestros cálculos. Para él es más fácil sumar de izquierda a derecha. Las ventajas de hacer las sumas de esta forma son
fundamentalmente dos: por un lado no tenemos que llevar en cuenta el resultado
de las unidades. Y por otra parte, aunque no diésemos el resultado correcto,
siempre será mucho más fácil dar una aproximación si lo hacemos de izquierda a
derecha. Su forma de multiplicar es también un poco diferente a como nos la
enseñaron de pequeños. Si por ejemplo queremos multiplicar 258 por 847, que es
218.526, seguimos estos pasos:
- Multiplicar 7x8, colocar un 6 y llevar 5.
- 5 + (4 x 8) = 37, 37 + (7 x 5) = 72, colocar
un 2 y llevar 7.
- 7 + (8 x 8) = 71, 71 + (4 x 5) = 91, 91 + (7
x 2) = 105, colocar un 5 y llevar 10.
- 10 + (8 x 5) = 50 + (4 x 2) = 58, colocar un
8 y llevar 5.
- 5 + (8 x 2) = 21, colocar el 21.
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Se va cruzando la multiplicación,
corriendo un lugar a cada paso que se va dando. Se combinan las
multiplicaciones con sumas sucesivas, algo diferente a lo usual, ya que
requiere una memorización a corto plazo a la que normalmente no estamos
acostumbrados.
Juegos
numéricos
Recuerdo una anécdota numérica
que nos contó Don Camilo Aparicio del Prado en clase de Análisis Matemático
II. Decía más o menos así: tres soldados tienen que repartir 27 balas entre
los tres, pero no saben dividir y se están haciendo un lío, ya que no
encuentran la forma de repartir equitativamente las balas. Preguntan a un
sargento, quien les soluciona el problema.
Razona el sargento: 27 entre 3,
a 2; 2 por 3 es 6; 27 menos 6, 21; 21 entre 3, a 7; y resto cero. Problema
resuelto, 27 balas para cada uno.
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Los soldados, algo
preocupados por contradecir a su sargento, le objetan que algo no ha tenido que
ir bien, ya que hay 27 balas y después de repartirlas no pueden tener 27
balas cada uno. El sargento, enfadado, les dice que vayan a preguntar al
teniente, que él ha estudiado muchas matemáticas y seguro que les ayuda.
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Figura 7.
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Los soldados
van a preguntar al teniente y éste, como tiene algo de prisa, les dice que lo
que hará no es efectuar la división, sino repasarla por si el sargento se ha
equivocado al dividir. Lo
que haré será multiplicar 27 por 3 y a lo que me dé le sumaré el resto, que es
cero,
dijo el teniente, y en vez de hacer eso lo que hizo fue sumar 27 tres veces,
pero de la siguiente forma:
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7 más 7 más 7 son 21; más 2, 23; más 2, 25; y más 2, 27. ¡La división
está bien hecha, no molesten más ni al sargento ni a mí, que estamos muy
ocupados!
|
Con otros números se pueden hacer
juegos similares, como por ejemplo probar de tres maneras diferentes que 7x13
son 28, como aparece en la película In
the Navy (Arthur Lubin, 1941) de Abbott y Costello.
Conclusión
Me gustaría concluir con una
expresión y un comentario que les hago demasiadas veces a mis alumnos: Dejad
un poco la calculadora y utilizad la cabeza, la calculadora de los pobres.
Ellos se ríen, y alguno intenta hacer las cuentas de cabeza, pero normalmente
termina utilizando los dedos de la mano para ayudarse en los cálculos. Entonces
vuelvo al ataque y les pregunto si causa buena impresión ver a una persona
mayor, sus padres por ejemplo, hacer cuentas con los dedos. Eso demuestra una
torpeza que la sociedad no está dispuesta a permitir. Y les digo que si se
fijan, sobre todo en los bares, los hombres que muchas veces tienen las manos
metidas en los bolsillos haciendo tratos con otros hombres no tienen las manos
ahí porque quieran, sino para que no se note que están haciendo las cuentas del
trato sin que se vea; igual que se hacen las pujas en los países de Oriente
Próximo para las perlas: dos personas se echan la mano y se les pone un trapo
grueso por encima, y según sean las señales que se hacen con los dedos, esa
será la puja por un puñado de perlas.
Bibliografía
Alberto Coto, calculista Record Guinness, http://www.albertocoto.com.
A. Coto: La
aventura del cálculo: cómo calcular mejor, 2003.
L. Fisher:
Cómo
mojar una galleta: la ciencia en la vida cotidiana. Editorial
Mondadori, Colección Arena Abierta, 2003.
G. Ifrah: Las
cifras: historia de una gran invención. Alianza Editorial, 1987.
A.J. Población: Las
Matemáticas en el Cine,
http://www.divulgamat.net/weborriak/Cultura/CineMate/AlfonsoJ/index.asp.

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Sobre el autor
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Juan F.
Guirado Granados acabó la Licenciatura en Matemáticas en 1999 en la Universidad de
Granada. Desde el año 2000 ha impartido clases de Matemáticas e Informática
en Secundaria para la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, y en
la actualidad pertenece a la Sociedad Andaluza de Educación Matemática Thales y a la Real Sociedad Matemática Española. En estos momentos es profesor del IES
Carmen de Burgos de Huércal de Almería, aunque vive y es del Desierto de
Tabernas, Almería.
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